Retoque de futuro o coyuntural

Una situación límite, o como poco acuciante, agudiza el ingenio; la necesidad de cambiar lo que no funciona para no morir con las botas puestas. Ya dijo la semana pasada Alexis Trujillo, ahora director deportivo del Betis, que Jululio Velázquez no se la jugaba en Gerona, pero aun así el técnico apostó por una variación en su dibujo táctico y de piezas. La apuesta le salió cara y Rubén Castro lo refrendó con goles. Ahora, con algo de crédito recuperado, queda saber si el cambio adoptado por el salmantino tendrá recorrido en el tiempo o, simplemente, fue adoptado por una necesidad puntual.

Por primera vez en la temporada, el entrenador heliopolitano cambió de posición sus piezas. La línea de tres mediapuntas, con Cejudo en un costado, Rubén Castro en el otro y Matilla en la labor de enganche, pasó a un sistema más clásico, con dos futbolistas en el centro del campo, dos ocupando las bandas y otros dos en la vanguardia. Aun mostrando todavía cierta debilidad defensiva, lo cierto es que se vio un equipo más compacto, con Kadir implicado en tareas defensivas en la izquierda ayudando a Casado y Rennella y Rubén Castro formando la primera línea de presión que impedía al rival jugar tan cómodamente desde su propio campo.

Es cierto que las ausencias de Lolo Reyes, que no se entrenó con el grupo la pasada semana por el fuerte golpe que recibió ante el Albacete, y N'Diaye, sancionado, obligaron en cierta forma a Velázquez a optar por el cambio, por lo que el encuentro del próximo domingo (18:15) en el Villamarín frente al Mirandés, decimonoveno tras encadenar tres derrotas consecutivas, servirá para conocer las intenciones del entrenador una vez recuperadas algunas de las piezas que le empujó a variar su esquema.

Esquema que, por otra parte, recuperó a medida que avanzaba el choque para dar mayor consistencia a la zaga y amarrar un triunfo decisivo para tomar aire. El choque frente al cuadro burgalés precede a otros dos que, sin llegar a ser decisivos por toda la competición que aún queda por delante, sí que servirán como referentes por la entidad de los rivales, llamados a pelear también por el ascenso: el Valladolid y Las Palmas.

Será entonces cuando se pueda tener de verdad una percepción de por qué apuesta Velázquez y si ve a Rubén Castro más cerca del área, "su hábitat natural" como dijo en Montilivi, o lo sacrifica para devolverlo a la banda porque "juegue donde juegue, siempre rinde". De momento, la rectificación a sus planteamientos iniciales ha dado frutos positivos con un Betis más compacto y saliendo al contragolpe con referencias arriba. Que tenga futuro o no, sólo se sabrá con el tiempo.