El gol de cada domingo

Con siete tantos en siete partidos, el delantero de la Lebrijana Jesús suma la mitad de los de su equipo y ya es pichichi destacado de Tercera

El delantero lebrijano Jesús ensaya el disparo a puerta con la oposición de un adversario.
El delantero lebrijano Jesús ensaya el disparo a puerta con la oposición de un adversario.
M. Lasida Sevilla

01 de octubre 2014 - 05:02

Gran parte de la responsabilidad de que la Lebrijana esté firmando su prodigioso inicio liguero la tiene, sin duda, la capacidad goleadora de sus delanteros. Sin olvidar los tantos anotados por Plata o Reales, es de destacar las siete dianas que Jesús Granado Martín, Jesús, ha atinado en las metas rivales en lo que va de temporada. Siete goles en siete encuentros ofrecen un nada desdeñable promedio de un tanto por partido, una media sólo superada en la actualidad por Cristiano Ronaldo, en Primera, o Araújo y Rubén Castro, en Segunda. Y un último dato relacionado: la mitad de los goles de la Lebrijana llevan la rúbrica del pichichi.

Para Jesús, el balance de este primer tramo liguero no puede estar resultando más positivo, tanto en el aspecto individual como en el colectivo. "Es nuestro segundo año en Tercera. Aquí no hay equipo malo. Cualquiera puede ganarte a poco que tengas un mal día. Venimos de superar dos escalones en dos temporadas: de Preferente ascendimos a Primera Andaluza y de ésta, en la campaña anterior, a Tercera. Los defensas son más rápidos y se sitúan mejor. Eso se nota. ¿Que si yo no lo noto? Pues parece que no tanto", afirma Jesús no sin cierto rubor al recordarle su acierto de cara a la portería.

Sobre lo esperado o inesperado de haberse convertido en el pichichi de la categoría, Jesús explica que ya desde pretemporada se sintió fino. Siete goles lo contemplaron entonces. La temporada pasada fue diferente. Solamente acertó en seis ocasiones. "Este año entreno a los benjamines del club tres días a la semana, pero el año pasado tenía un trabajo normal. Me sentía cansado. Luego, los domingos no rendía como hubiera deseado. También me perjudicó una lesión. Nada que ver con este año", dice.

Jesús no es un delantero tipo tanque, aunque tampoco es de los puntas veloces. Entre sus virtudes, la capacidad para el desmarque y la asociación con los centrocampistas, factores que están contribuyendo a que la Lebrijana esté con trece puntos y a un paso de los puestos de ascenso. "Todos hubiéramos firmado al inicio de la temporada haber sumado trece puntos en siete partidos. ¿Objetivos? Luchamos por lo más alto. Tenemos que intentar disputar la liguilla de ascenso. Está complicado, pero lo daremos todo", explica el pichichi del Grupo X de Tercera.

Ligado desde hace ocho años al club de su pueblo, Jesús, que ahora cuenta con 24 años, no jugó en posiciones adelantadas hasta la edad juvenil. "Como cadete jugaba de lateral derecho. Luego me situaron como interior, pero me subieron a delantero al comprobar los técnicos que marcaba goles. De delantero estoy desde juvenil", rememora.

Como lebrijano, uno de los recuerdos que con más cariño guarda en su memoria fue el ascenso del equipo a la Tercera División. "Aquello fue increíble. Las gradas llenas, Lebrija volcada con su equipo y, además, metí los dos goles del triunfo en el partido decisivo. Ahora es parecido. El pueblo sigue volcado, van unas 500 personas al campo cada domingo y será difícil para los rivales no sólo ganar sino incluso empatar", relata un Jesús que es lebrijano de corazón, pero profesional de vocación. "Ya vinieron a interesarse por mí este verano, pero preferí quedarme. Eso no quita a que esté dispuesto a oír ofertas si significan mejorar mi carrera", apostilla.

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