Bejarano, a Paul Ricard

El sevillano toma parte en los test previos a la Porsche Carrera Cup

Manu Bejarano, concentrado antes de empezar una carrera.
Manu Bejarano, concentrado antes de empezar una carrera.
Redacción Sevilla

25 de octubre 2014 - 05:02

Llega la hora de la verdad para Manu Bejarano, una de las promesas del automovilismo andaluz. A sus escasos 21 años, el piloto sevillano afronta desde este fin de semana una de las citas más cruciales para su futuro inmediato. De hecho, desde el domingo tomará parte, durante tres jornadas, en los selectivos test programados en Francia por la prestigiosa firma Porsche para definir los nuevos inquilinos de la competición monomarca que organiza su filial en tierras galas.

Sólo 12 elegidos, siendo el de Montequinto el único representante español, participan en estas tres jornadas de entrenamientos llamadas a abrirle nuevamente las puertas del panorama internacional. "El objetivo es convertirme en piloto oficial de la marca en la Porsche Carrera Cup. Para eso se celebra este test. Lo que cuenta en esta categoría es el pilotaje, no el coche, que son iguales. No conozco a los que serán mis rivales, que a buen seguro no lo pondrán fácil, pero me estoy preparando al máximo para lograr ese asiento. Nos ha salido esta oportunidad, que espero aprovechar", apunta Bejarano.

A sabiendas de las limitaciones, principalmente económicas, que le cerraron en los últimos meses las puertas de brillar a nivel internacional, el sevillano, que destacara en la Fórmula Futuro nacional antes de saltar brevemente a la F-3 Europea, confía en estar a la altura para entrar en las competiciones de Porsche, semillero de estrellas los últimos años. "Es un campeonato monomarca de los más fuertes en turismos y de más nivel en cuanto a pilotos. La idea es saltar de ahí, si lo hago bien, a la Supercup, que compite los mismos fines de semana que la F1. Además hay tras posibilidades, como las 24 horas de Le Mans y otras carreras de resistencia". De momento, el primer paso ya está dado y sólo con acudir a Paul Ricard se ha hecho realidad parte de un sueño.

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