El otro equipo de Lopera

Lopera nunca ha dejado de ser noticia en el Betis. A sus constantes anuncios de regreso al mando del club verdiblanco -por ahora nunca acertados en su pronóstico- se unen las novedades judiciales en torno a su presunto delito societario y de apropiación indebida o, como ocurre hoy, por las anécdotas que su etapa al frente del club dejó en el recuerdo. Y es que nadie puede olvidar que en la temporada 2004-05, el Mirandés, con el que hoy se verán las caras los de Mel, se convirtió en el otro equipo de Lopera.

Entonces, el cuadro verdiblanco, dirigido por Lorenzo Serra Ferrer, se midió al conjunto burgalés en la Copa del Rey y Lopera, que ya por entonces apenas acompañaba al equipo en sus desplazamientos, sí se unió a éste. "Yo prefiero ir a Alcalá de Guadaíra o a Miranda porque veo humildad y sencillez. Estos viajes me traen recuerdos de otros tiempos", comentó el entonces máximo dirigente verdiblanco, que agradeció de esa forma la deferencia del Mirandés de adelantar el horario del encuentro.

No todo quedó en eso, sino que Lopera, en agradecimiento al trato recibido, invitó a todos los miembros del equipo a visitar Heliópolis para el encuentro de vuelta, al mismo tiempo que ofreció una prima a los jugadores si lograban la permanencia. Los burgaleses acabaron descendiendo a Tercera y el dirigente bético se ahorró de esa forma ese dinero que había prometido.

"Nos trataron con un señorío impresionante. Hay muchos equipos de Primera que no tienen tanta categoría como esta gente", manifestó Lopera, quien incluso se vería sorprendido por el presidente del Mirandés en el encuentro de vuelta. Y es que éste se plantó en la ciudad hispalense con una camiseta del equipo burgalés en la que se podía leer en la espalda el nombre de "Don Manuel" y el carné del Mirandés con el número de abonado 4.478. La estrecha relación entre Lopera y el Mirandés quedó entonces ya marcada por la historia.

Algo más de diez años después, de nuevo el conjunto verdiblanco visita Anduva, un estadio donde venció por 1-3 y dejó encarrilado su pase a los cuartos de final de una Copa del Rey que acabaría llevando a sus vitrinas. Si aquella eliminatoria dejó un grato recuerdo para el equipo heliopolitano, otro tanto fue para Lopera, que desde aquella noche ya tiene un segundo equipo, si es que alguna vez tuvo un primero.