Capello y Rooney, en el punto de mira

La Federación Inglesa de Fútbol decidirá en las dos próximas semanas el futuro del seleccionador Fabio Capello, que ayer aseguró que desea seguir en el cargo. Un día después de la eliminación del Mundial de Sudáfrica ante Alemania, gran parte de la prensa inglesa pidió ayer la cabeza de Capello, que tiene contrato con los pross hasta la Eurocopa de 2012 y que quiere continuar.

Justo antes del Mundial, la Federación quitó una cláusula del contrato que le hubiera permitido separarse de Capello tras el Mundial. "Hablé con el presidente de la FA, Sir Dave Richards, y me dijo que necesita dos semanas. Yo le dije que puedo seguir la próxima temporada como mánager, pero ellos tienen que decidir", dijo Capello. Preguntado en rueda de prensa sobre si quería continuar, su respuesta fue contundente: "Por supuesto. Tengo un contrato y rechacé muchas oportunidades de ser técnico de muchos clubes importantes porque quería estar aquí".

"De este torneo extraigo muchas cosas, porque el rendimiento no fue el que queríamos. Estábamos muy cansados", señaló el italiano justificando el hecho de haber logrado sólo un triunfo en cuatro partidos. "Todos los jugadores estaban realmente cansados en esta competición", agregó.

Además, Capello dijo que respaldaría una descanso invernal como el que tiene Alemania. "A nivel internacional y de clubes están mucho más frescos al final de temporada gracias a ese descanso. Alemania siempre llega a la segunda parte de la temporada muy bien, pero no es mi trabajo decidir eso".

Al margen de Capello, el otro foco de las críticas de la prensa inglesa fue Wayne Rooney. "¿Alguien ha visto a Wayne Rooney?", se preguntó ayer el diario Daily Mail. En vez de celebrar un momento de gloria, la estrella del Manchester United disputó por segunda vez un Mundial decepcionante. "En los cuatro partidos fue sólo una sombra de sí mismo", señaló The Guardian. "Una actuación triste como corolario de un torneo altamente decepcionante", publicó The Times.

Parecía como si el verdadero Rooney nunca hubiese estado en el Mundial. Tras una temporada fantástica, con 34 goles, Inglaterra proyectó en el artillero todas sus ansias de ganar un título. La decepción, por lo tanto, es mayor. Después de la eliminación, Rooney pasó entre los periodistas de los diferentes medios sin decir palabra y portando grandes auriculares para protegerse de las preguntas desagradables, mostrando una enorme tristeza.