Bernardo Díaz Nosty

"Grupos extranjeros controlan los principales medios"

  • El catedrático de Periodismo de la UMA asegura que "ha habido una burbuja mediática en los 2000, poca calidad y profesionalidad y mucha cantidad".

Bernardo Díaz Nosty es un asturiano nacido en Valladolid (1946), que lleva una tercera parte de su vida en Andalucía. Su padre fue notario en Morón (Sevilla) y él es catedrático de Periodismo en Málaga, en donde fue el primer decano de su Facultad de Comunicación. Es editor de www.infoamerica.org, director de la cátedra Unesco de la Universidad de Málaga, miembro del Consejo Asesor de Málaga hoy y articulista del Grupo Joly. Ha escrito más de 20 libros. El último, El libro negro del periodismo en España, se presentó este jueves en la Asociación de la Prensa de Madrid ante más de 200 profesionales.

-¿Se hace en España el periodismo que reclaman los ciudadanos?

-Siempre se ha hecho un buen periodismo. Pero en los últimos años de expansión artificial ha habido un empobrecimiento de la calidad y una precarización de la vida profesional.

-Su libro habla de burbuja mediática en los años 2000.

-Se dio un crecimiento único en Europa. Canales, concesiones, cabeceras nuevas. Mucha cantidad y poca pluralidad. Poca calidad, escasa profesionalidad. Y ha caído la credibilidad, el capital más preciado del periodismo.

-Y burbuja académica. Producimos más periodistas de los que necesitamos.

-Es un problema gravísimo, porque la producción de titulados no se corresponde con la demanda, y los puestos escolares en los centros públicos son muy caros. Sin duda, el excedente académico ha contribuido de manera directa a la precarización laboral de las redacciones.

-Sobra mano de obra.

-En junio de este año, de los pocos licenciados en Periodismo que consiguieron un contrato, no llegaron al 15% los que lo hicieron en el sector de los medios.

-No es nuevo.

-No. Hace más de quince años le conté el problema al rector de mi universidad, pero me dijo que me preocupara de la enseñanza y dejara en paz el empleo…

-La Constitución de Cádiz, que consagra la libertad de prensa, cumple dos siglos.

-Las bases de la libertad de prensa en el futuro pasan por la descolonización de los medios de las trabas que cercenan su objetividad e independencia. A eso yo le llamo la excepción democrática de la información.

-Habla de una anomalía italiana y de una anomalía española. Berlusconi protagoniza el escenario italiano...

-Berlusconi ha conseguido una posición central en los medios audiovisuales españoles y quiere más. No creo que pueda quejarse del trato que le ha prestado el Gobierno de Zapatero, que acudió al rescate de las cadenas privadas al retirar la publicidad en TVE. Lo grave -solo basta con asomarse a la televisión italiana-, es que aquí nos da un menú que no se atreve a dar en su país.

-Subraya lo negativo de la cercanía entre periodismo y poder. No ha habido presidente que no haya querido crear su grupo mediático. González, Aznar, Zapatero.

-Y con tanto mover las sillas, al final son unos pocos grupos extranjeros los que terminan por controlar entre el 70 y el 80 por ciento de los principales medios del país. No me imagino una situación semejante en Alemania, Francia o Reino Unido.

-También reprocha a los medios de estar superados por los valores mercantiles.

-La burbuja mediática sigue reventando y mantener páginas y pantallas abiertas conlleva en ocasiones la entrega de la independencia. Algunos medios alemanes nos dan ejemplo. Ante la crisis, compiten haciéndose imprescindibles ante su público, con más calidad, con más periodistas. Pregunte en el semanario Der Spiegel.

-¿Qué diferencias hay entre la dieta mediática del norte y del sur de Europa?

-La del norte está más orientada a la información, en todos sus soportes. La nuestra, al entretenimiento y el ocio. Es menos periodística, para entendernos; se lee menos.

-El poder de Murdoch en el Reino Unido pone en entredicho la tradición británica. 

-Tanto es así, que la sociedad ha reaccionado de forma ejemplar. El propio primer ministro conservador, David Cameron, ha tomado las riendas del problema y promueve un sistema regulatorio que garantice la independencia de los medios y la confianza de los ciudadanos en ellos. Aquí algunos editores dirían que eso es censura.

-¿Qué piensa de la decisión del consejo de RTVE de acceder al sistema informático de los informativos?

-Un disparate. Una manifestación más de la degradación a la que llegan las instituciones de control tan intervenidas por los partidos, al margen de la lógica profesional, la ética y el sentido común.

-En el activo de Zapatero está que TVE nunca ha sido tan independiente.

-Es cierto. Pero la independencia no se consigue sacando las manos de las redacciones, sino creando modelos de financiación que hagan sostenible la televisión pública, y el de la nuestra es una entelequia.

-¿Y las autonómicas?

-La televisión pública, además de independiente de los gobiernos, debe ser digna y mejorar la calidad cultural de la ciudadanía. No embrutecerla.

-¿Habla de Canal Sur?

-He tenido la oportunidad de hablar de Canal Sur con decenas de políticos. Ninguno en privado dice que le gusta, por lo que no entiendo cómo se mantiene un modelo de televisión que ni siquiera en términos electorales da réditos. Echo en falta un canal de noticias 24 horas.

-¿Por qué hay tan poca difusión de la prensa en España en relación con Alemania, Reino Unido u Holanda?

-Puede que sea una cuestión de escuela. Niego que sea fruto de nuestra idiosincrasia, porque el 30% de españoles que leen periódicos no son suecos o ingleses, ni tienen trastocada la idiosincrasia patria.

-¿Redes o papel? Cita a Kapuscinski, diciendo que las nuevas tecnologías facilitan nuestro trabajo, pero no ocupan su lugar.

-Redes, claro. Quiero decir, soporte digital. La reflexión del gran periodista polaco viene a decirnos algo que comparto plenamente: la tecnología no va a sustituir al periodista, al mediador. Es más, cada vez será mucho más necesario. Otra cuestión es la del modelo de negocio de los medios.

-Ramonet considera la información fiable y de calidad más importante que nunca.

-El sobreflujo de información contamina las aguas. El periodismo ético y socialmente responsable debe actuar de potabilizadora.

-Y usted advierte que corremos el riesgo de pasar de 'el medio es el mensaje' a 'el mercado es el mensaje'.

-El fracaso del actual modelo es también el fracaso de esa apuesta. Los medios van a volver a la sociedad, y si eso no ocurre, la sociedad creará soluciones nuevas que rescatarán las esencias del periodismo, como pilar básico de la cultura democrática.

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