Las sorpresas de los archivos musicales

Andrés Moreno Mengíbar

23 de noviembre 2012 - 05:00

Programa: Obras de Antonio Ripa. Solistas: María Hinojosa (soprano), Luciana Mancini (mezzo) y Miguel mediano (tenor). Director: Enrico Onofri. Fecha: Jueves, 22 de noviembre. Lugar: Iglesia de la Anunciación. Aforo: Lleno.

Hay que felicitar sinceramente el interés de la Universidad Hispalense y de su CICUS por sostener y alentar una idea tan apasionante como el Proyecto Atalaya, que permite a la Orquesta Barroca de Sevilla sacar a la luz partituras olvidadas de las catedrales andaluzas y ponerlas en valor mediante conciertos y grabaciones. Máxime en un caso como el que nos ocupa, que salda la deuda de desconocimiento de un compositor tan interesante como Antonio Ripa, maestro de capilla de la catedral sevillana y músico de interesantes perfiles que llevan del barroco tardío al claciscismo a través del estilo galante, simpre desde la inspiración melódica, una sólida escritura orquestal, gusto por el juego con los colores instrumentales y un desarrollo motívico lleno de contrastes y de efectos expresivos.

Onofri se implicó al máximo en mostrarnos la riqueza musical de las obras seleccionadas mediante una dirección detallista, atenta al acento y a los contrastes, si bien anoche la OBS distó de sonar como en otros momentos, con fallos de empaste entre los violines.

Al tenor Mediano apenas si se le pudo escuchar: voz diminuta, desimpostada, sin apenas fiato y con muchos roces. Luciana Mancini sorprende de nuevo por la profundidad del color de su voz y por delicado fraseo, si bien en esta ocasión sonó más engolada de lo habitual. Quien estuvo rutilante fue María Hinojosa, tanto en timbre como en expresividad y en agilidad en las ornamentaciones.

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