Sorprendidos por el hecho de que el controvertido anteproyecto de Ley de Servicios Profesionales que ultimaba el Gobierno no incluyera en ningún momento el término arquitectura, pese a que el borrador del texto planteaba una "reforma radical del marco de trabajo del arquitecto", Vincent Morales Garoffolo y Juan Antonio Sánchez Muñoz idearon desde el estudio Kauh Arquitectos una llamativa protesta: una acción colectiva en la que cuestionaban a través de internet la definición del ámbito al que se consagraban. La convocatoria logró reunir 275 descripciones que se agruparon en un libro que se remitió al ministro de Economía, Luis de Guindos, y sirvió, más allá de la reivindicación, para sondear qué se entiende por arquitectura, "cómo se ha definido a lo largo de la historia y, principalmente, cómo se enfoca esta definición hoy en día".

El debate abierto por el proyecto ¿Qué es arquitectura? Señor ministro arquitectura es... forma parte de la oportuna reflexión que propone Arquitectura dispuesta: preposiciones cotidianas, la exposición que alberga hasta el próximo 2 de noviembre el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, y que, desde el Secadero del Monasterio de la Cartuja, analiza la profesión más allá de la mera perspectiva económica y explora asuntos como la implicación del arquitecto con su entorno o los vínculos con la sociedad y la cultura que se establecen en este ámbito. Lejos de esa visión de la obra como espectáculo, en esta cita se buscan las conexiones con la vida. Comisariada por Marta Pelegrín y Fernando Pérez, de Mediomundo Arquitectos, la muestra exhibe una veintena de proyectos elaborados por estudios andaluces e ilustra, a través de documentos y materiales, la investigación comprometida y rigurosa que se afronta desde el sector y las alternativas que se abren en un panorama de cambio.

Así, entre los contenidos de Arquitectura dispuesta se pueden encontrar, por ejemplo, la apuesta por los procesos colectivos de vivienda que defiende la iniciativa masqueunacasa.org, red que facilita información y asesoramiento a los interesados en una experiencia comunitaria, o la investigación promovida por CHS Arquitectos (Rafael Casado, Antonio Herrero y Juan Suárez) que indaga basándose en los conjuntos de vivienda social promovidos por la Junta de Andalucía cómo la experiencia del día a día y la huella de la vida humana transforman la arquitectura. La preocupación por el hombre y su hábitat también se advierte en proyectos como la Casa en el monte de Rafael de Lacour, diálogo entre construcción y paisaje en el que una vivienda se integra en un terreno de vegetación abundante y accidentada topografía.

Asimismo, en Arquitectura dispuesta -un marco en el que se celebraron la pasada semana diversis talleres- son diferentes los trabajos concebidos para reinventar la ciudad, como el Diagnóstico Intramuros emprendido por Irene Luque y Jorge Izquierdo (Infusionesurbanas) que estudia las relaciones y los problemas de Jerez con la mirada puesta en su regeneración; o la alianza entre arquitectura y cultura que ejemplifican el espacio artístico de La Carpa, un punto de reunión de las artes escénicas que revolucionó la agenda cultural de Sevilla gracias a una intensa actividad, o los proyectos ubicados en Bogotá de La Casa del Viento y la Casa de la Lluvia (de Ideas), llevados a cabo por Arquitectura Expandida. Algunas de las obras seleccionadas para el CAAC reflejan también cómo acercarse al patrimonio: es el caso de la respetuosa y delicada intervención en las cubiertas de la catedral de Málaga para facilitar a los turistas "no sólo el entendimiento completo del edificio y de su evolución histórica, sino también de la ciudad que a sus pies ha crecido".