Compañía Sin ánimo de pulcro. Autores: Isa Ramírez, Cristina Almazán, Patricia Díaz. Dirección: Isa Ramirez. Intérpretes: Cristina Almazán, Patricia Díaz, Santi Martínez, Manuel Rodríguez. Lugar: Teatro Central. Fecha: Miércoles 3 de noviembre. Aforo: Casi lleno.

La canción va unida al teatro mucho antes de que la industria del celuloide nos inundara de bodrios, pestiños y filmes del color rosa más tonto y asfixiante. Afortunadamente, el cine, como cualquier otra de las artes, nos regala de vez en cuando buenos produtos, en este caso buenas pelis cantadas y bailadas. Pero el teatro, digo, ya inventó esto varios siglos antes y entretenía con la palabra y la música y emocionaba por igual con un buen verso que con un entonado gorgorito.

Pero el cine llegó y el espectáculo que la compañía Sin ánimo de pulcro estrenó ayer en el teatro Central, lo utiliza para contarnos la historia más vieja: el romance y las fases -recurrentes como las de la luna- del amor. Pero hay un giro interesante e inesperado aquí, una pregunta a la que quizá le debían haber sacado más partido: ¿qué ocurriría si actuásemos como si estuviésemos en una peli? ¿Qué ocurriría si todo el tiempo respondiésemos y actuásemos como en las películas que hemos visto? ¿Y si nos diesen la réplica con otros diálogos escritos para cine? Es como si el protagonista de Sueños de un seductor se quedase colgado no con Bogart sino con toda la historia del cine y apareciesen en su vida y continuamente los diálogos y melodías de Gilda, Sonrisas y Lágrimas, y Pretty woman y Ghost, y muchas más. Suena bien, ¿no? Pues nada de eso, esta buena idea apenas se explota, los protagonistas simplemente repiten las frases y el público las aplica a las situaciones amorosas por las que pasan pero no existe casi nunca el giro cómico o la sorpresa. Lástima porque a la larga el espectáculo decae sobre todo por culpa de un texto plano y que casa mal con el tono general del montaje.

Porque todo lo demás es un ejercicio y una evolución de un trabajo fantástico. Con una escena estilizada y realmente bien ambientada a partir de muy pocos elementos, con una creación musical y actoral destacable en muchas ocasiones y buenas voces y mucha frescura.