No hay feria sin casetas

La falta de presupuesto municipal y la mala situación de las economías domésticas de muchos sevillanos obligan a suspender al menos once fiestas y a recortar las restantes

Ambiente en el recinto ferial de Constantina, donde acaba de concluir la celebración.
Ambiente en el recinto ferial de Constantina, donde acaba de concluir la celebración.
María Díaz

27 de agosto 2012 - 05:01

Once municipios de Sevilla se han visto obligados ya a suspender sus ferias y fiestas locales este año dada la situación de sus arcas municipales y la del bolsillo de sus vecinos. En concreto, se trata de Almensilla, Aznalcóllar, Benacazón, Bollullos de la Mitación, Bormujos, Castilblanco de los Arroyos, Castilleja de Guzmán, Espartinas, Gelves, Mairena del Aljarafe y Palomares del Río, que fue el primer municipio que suprimió esta cita en 2009 .

El pasado junio, ni Almensilla ni Aznalcóllar pudieron organizar sus ferias, pues la situación financiera de los ayuntamientos lo impidió. Lo mismo que ocurrió, por tercer año consecutivo, en Mairena del Aljarafe. Si el año pasado se achacó a la falta de previsión del anterior gobierno municipal, que a diez días de la inauguración aún no había realizado la instalación del alumbrado siquiera, el nuevo equipo tampoco ha podido salvar la feria. El Ayuntamiento acumula una deuda real de 50 millones de euros y los gastos de organización de las fiestas suponen de 500.000 a 600.000 euros, entre el montaje del alumbrado, de la portada y de las casetas y el servicio de limpieza. Insostenible, sobre todo, teniendo en cuenta que esta feria no cuenta con mucha tradición, pues se celebra desde los años 80, según argumentan fuentes municipales.

En Benacazón, que celebra su feria a principios del mes de agosto, se resolvió que tampoco habría fiesta. Según explicó el concejal de Festejos, Francisco Bernal, así será hasta que amaine la crisis.

Y es que la situación no sólo es extrema para los ayuntamientos. En Bormujos la feria no se celebrará porque no se ha reunido el mínimo de casetas que justifiquen tal gasto. De hecho, de las 53 casetas que deberían montarse, por distintos motivos, sólo los socios de 11 pudieron aportar la cuantía económica que se les requiere y, por ello, la Alcaldía decidió este año que, en vez de invertir en la organización del evento, parte de ese presupuesto se destinará a contratar a vecinos desempleados.

Sin casetas no hay feria. Y eso mismo ha ocurrido en Bollullos de la Mitación, donde el equipo del alcalde, Francisco Manuel Godoy, ha decidido suspender las fiestas de septiembre al haberse confirmado sólo el montaje de 14 de las 37 casetas disponibles en el recinto. Y ello no justifica un gasto municipal de 200.000 euros.

En Castilblanco de los Arroyos el escenario ha sido el mismo. La concejala de Festejos, Rosario Vázquez, explica que la feria de finales de julio se suspendió este año por el sentir de los vecinos, reacios a los festejos por la situación económica que están viviendo, y por el número de casetas registradas este año, sólo dos. En Gelves tampoco habrá feria. El año pasado se trasladó la feria a la calle Real, donde no se montó el alumbrado ni las casetas, aunque sí que hubo actuaciones musicales, a modo de velá. Aun así, este año el Ayuntamiento ha mantenido actividades deportivas, como el trofeo de fútbol juvenil y el de voleibol.

La crisis ha obligado a trastocar los programas de prácticamente todas las fiestas de la provincia que se mantienen, pero lucen mucho más austeras que en años anteriores, como es el caso de Carrión de los Céspedes. Y también de Umbrete, que pudo inaugurar sus fiestas sin tocar un euro de las arcas municipales. En reconocimiento a la labor que desarrolla en estos momentos de crisis Cáritas parroquial, fue esta organización la encargada de encender el alumbrado del recinto. Un buen gesto.

Espartinas también sustituirá su feria, que tendría lugar a principios de septiembre, por una velá de tres días. Las hermandades se pondrán al frente de este nuevo concepto de feria porque necesitan recaudar fondos para las distintas actividades que realizan durante el resto del año. Lo mismo harán en Tomares. La concejal de Festejos, María del Carmen Ortiz, explica que la feria ayudará este año a muchos vecinos, pues las casetas pertenecen a hermandades y peñas futbolísticas que sacan dinero en las fiestas para sobrevivir el resto del año y, de paso, crear puestos de trabajo. Eso sí, no habrá caseta municipal, las bombillas serán de bajo consumo y no habrá fuegos artificiales.

El municipio de Los Palacios sí los tendrá, pero gracias a los empresarios locales, que harán frente a su coste y han patrocinado numerosos concursos. Este año se ha prescindido de la portada de la feria, que se inaugura esta semana, lo que supone un ahorro de 18.000 euros.

En Utrera, según la delegada de Festejos, Consolación Guerrero, se pretende ahorrar este septiembre un 21% y hacer frente a la subida del IVA. La feria será posible gracias a la colaboración de numerosas entidades, que también pagarán el castillo de fuegos artificiales. En Lebrija el ahorro será del 60%, según explicó su alcaldesa, María José Fernández, que no prescindirá del almuerzo de convivencia para los mayores y el toro de fuego.

En La Algaba, que ha hecho un gran esfuerzo por mantener las tradicionales novilladas de promoción a mediados de septiembre, sí se ha suprimido de la suelta de vaquillas por las calles, que supondrá un ahorro de 15.000 euros, que se destinarán a otros fines más urgentes.

Sin casetas no hay feria, pero a poco que se mantenga un mínimo real, las fiestas también son una oportunidad de empleo.

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