Dice que ha recogido algunas cosas pero que no ha podido hacerlo con todas. "Aquí hay cuarenta años de mi vida. ¿Cómo me va a dar tiempo a retirarlo todo?". Josefa Doblado Servetto, 69 años, tenía una orden de desahucio para este martes a las once y cuarto de la mañana, pero finalmente la entidad bancaria BBVA ha prorrogado dicha desgracia hasta septiembre, movido quizá por la presión de las decenas de personas, vecinos e indignados, que se han congregado a dicha hora en el número 2 de la calle Primavera. Su error fue venderle el piso a su sobrino, hace doce años, por una cantidad simbólica de 30.000 euros para que éste presentara la vivienda como aval y así obtener un préstamo con el que comprar una furgoneta para su trabajo.

El negocio no tuvo éxito y el sobrino dejó de pagar los recibos. Aquello abrió un procedimiento judicial y la familia terminó pagando en el año 2008 los 29.000 euros que habían solicitado creyendo que habían abonado la deuda. Lo que desconocían era que los intereses de demora previstos en el contrato de préstamo eran del 29%, lo que generó una deuda superior a los 44.000 euros más los 8.000 de las costas procesales. Josefa contrató a un abogado de Legalitas que no impugnó ni los intereses ni las costas y sólo les acosejó que pagaran los 52.000 euros.

Mientras tanto, el banco ejecutó la hipoteca y adjudicó en subasta la vivienda, situada en el número 2 de la calle Primavera, en la Macarena. Lo hizo por una cantidad de 42.176,54 euros cuando el piso estaba tasado en 157.111,97. Josefa cambió de abogado y quien se hizo cargo, José Manuel Ramírez Mora, ha presentado recursos contra los intereses de demora del 29% y contra la adjudicación de la vivienda por un importe cuatro veces inferior al de su valor de mercado. También ha solicitado la quita de los 8.000 euros en los que se cifraron las costas procesales.

Ante la inminencia del desahucio, Josefa Doblado y el letrado que la representa pidieron ayuda al Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo. Hasta este mismo lunes esperaban que la intermediación del Defensor se tradujera en un aplazamiento del desahucio, al menos hasta que se resuelvan los recursos presentados por el abogado. El letrado no tuvo constancia oficial sobre un retraso hasta esta misma mañana y la única notificación oficial que había antes de las 11:15 horas de este martes era la de la orden de desahucio. "Estaré desde primera hora en el servicio común de notificaciones y embargos para tratar de obtener el aplazamiento", explicó ayer el abogado.

Mientras tanto, Josefa pasó la tarde de ayer en casa de su hermano, tratando de alejarse de los recuerdos. "Necesito descansar porque estos días están siendo muy duros. He guardado las cosas de más valor, pero es imposible recogerlo todo". Ni siquiera tenía ganas de subir a su casa para ser fotografiada. "¿Podría ser en el zaguán?", preguntaba para evitar tener que entrar otra vez en la vivienda. El movimiento 15-M anunció este fin de semana que tratará de impedir el desalojo y se ha creado un evento en las redes sociales para movilizar al mayor número de personas posible.