Torre Cajasol

El último recurso contra la Torre Cajasol fracasa por motivos de forma

  • El TSJA confirma el auto que declara "inadmisible" la demanda presentada por la plataforma contraria al rascacielos por haberse presentado fuera de plazo · Los opositores emprenderán nuevas acciones legales.

El último recurso contra la construcción de la Torre Cajasol es "inadmisible" por no haber sido interpuesto en "tiempo y forma". Así se recoge en un auto del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que se dio a conocer ayer y que confirma una sentencia anterior del juzgado de lo contencioso Administrativo número 14 de Sevilla. De esta manera, se cierra el frente judicial abierto por la Plataforma Túmbala, que agrupa a diferentes personas y colectivos contrarios a la construcción de este rascacielos de 178 metros en el extremo sur de la Isla de la Cartuja.

La decisión del Alto Tribunal, que evidentemente agradó a la entidad promotora, Cajasol (que pretende ubicar en este edificio sus oficinas centrales), sentó, sin embargo, como un jarro de agua fría en la Plataforma Túmbala, la cual, sin embargo, anuncia que seguirá luchando en el frente judicial "y en otros" para impedir la construcción del rascacielos. El arquitecto Fernando Mendoza (el principal firmante de la demanda) mostró su disgusto con una sentencia que "no ha entrado en el contenido de la denuncia. La torre es ilegal, de eso no hay dudas". Además, acusó al Ayuntamiento de Sevilla, "tanto en la época de Sánchez Monteseirín como en la actual", de una actitud "obstruccionista". "Cada vez que intentábamos pedir un papel todo eran problemas, de ahí que no hayamos podido presentar la demanda en tiempo y forma".

Por su parte, Ángel Tarancón, aunque admitió que, "por ahora, se ha agotado el frente judicial", también aseguró que, a partir de mañana, empezarán a pensar en nuevas posibles vías para acudir a los tribunales y evitar la construcción del edificio. En este sentido, hay que recordar que el Ayuntamiento ha dejado claro que la licencia de obras es completamente legal y que la posible suspensión de la misma pasaría por el pago de una indemnización para la que el no tiene fondos, y menos en estos tiempos de crisis.

La sentencia, que impone a la parte apelante las costas de la instancia, establece que "lo correcto", una vez transcurridos dos meses desde que se dictaron los actos otorgando la licencia de las obras de la Torre Cajasol, "no era acudir a lo contencioso-administrativo, sino "solicitar la nulidad de las licencias mediante los cauces del art. 102 de la Ley 30/92. Lo cual nos ha llevado a confirmar el auto apelado en cuanto acoge la alegación previa de inadmisibilidad por extemporaneidad en la interposición del presente recurso".

Sin embargo, el frente judicial es sólo una pieza más en una estrategia cuya jugada más importante se desarrollará el próximo junio en San Petersburgo (Rusia), donde ser reunirá el Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco. Como es conocido, es posible que en esta cita se considere probado, tal como propone el informe de Icomos, el hipotético impacto negativo de la Torre Cajasol en los monumentos sevillanos incluidos en la listas de Patrimonio Mundial (Alcázar-Catedral-Archivo de Indias) y, consecuentemente, se decida la salida de la ciudad de esta prestigiosa lista. Esta baza, y no otras, es la que juega con mayor esperanza los contrarios a la Torre Cajasol.

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