Muere atropellado en el Paseo de Colón por una conductora ebria

La Policía Local detuvo a la joven tras haber dado positivo en el control de alcoholemia, pero luego quedó libre con cargos

El lugar del accidente, ayer por la tarde.
El lugar del accidente, ayer por la tarde.
F. Pérez Ávila · J. Muñoz

23 de mayo 2008 - 05:03

Un hombre de 32 años murió a primera hora de la mañana de ayer tras ser atropellado en el Paseo de Colón por una conductora ebria. La Policía Local detuvo a la mujer que conducía el vehículo implicado en el accidente, que dio positivo en el control de alcoholemia con una tasa tres veces superior a la permitida. La mujer pasó a disposición judicial durante la tarde y quedó en libertad con cargos, acusada de un delito contra la seguridad del tráfico y otro de homicidio por imprudencia.

El accidente ocurrió a las 6:20 de ayer en el Paseo de Colón, a la altura de la confluencia con la calle Adriano. Según los relatos de varios testigos, la víctima, identificada mediante las iniciales M.S.P., cruzó la avenida desde la acera de Adriano para coger un taxi que se había parado en el sentido contrario, hacia la Torre del Oro. Durante un instante retrocedió para dirigirse hacia unos amigos que habían quedado en la acera y preguntarles si iban a tomar el taxi con él. Justo en ese momento fue atropellado por un Volkswagen New Beetle de color rojo que circulaba en dirección a la calle Arjona. Según los testigos, la conductora incluso llegó a tocar el claxon a la víctima para que se apartara.

Como consecuencia del impacto, el joven salió despedido y recorrió en el aire un espacio de unos 20 metros, chocando contra la barra de separación del carril de acceso al parking. Murió prácticamente en el acto, pese a que los testigos del suceso llamaron de inmediato al servicio de emergencias 112. Los médicos que se desplazaron al lugar del siniestro sólo pudieron certificar la muerte de este joven y esperar que la comisión judicial levantara el cadáver. La conductora no intentó darse a la fuga en ningún momento, pero quedó detenida por la Policía Local porque desde la reforma del Código Penal del año pasado se considera delito circular bajo los efectos del alcohol.

La joven conductora fue sometida a la prueba de alcoholemia en el mismo lugar de los hechos y dio 0,65 miligramos de alcohol por litro de aire espirado en una primera prueba y 0,67 en la segunda. Se trata de una tasa casi tres veces superior a la permitida, que está fijada en 0,25. Con esta medición, la conductora podría haber ingresado en prisión, ya que el Código Penal fija en 0,60 miligramos por litro la barrera a partir de la cual un conductor puede ser encarcelado.

La mujer declaró durante la tarde ante el juez. Según fuentes judiciales, la conductora aseguró que vio a un grupo de jóvenes cruzando, que su semáforo estaba en verde y que tocó el claxon, pero que uno de ellos se quedó en mitad de la vía y no pudo esquivarlo. Según su declaración, circulaba a 50 kilómetros por hora y pese a que había bebido estaba bien para conducir.

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