Fiesta de comunión en el Alamillo

calle rioja

Encuentro. El domingo de precepto lo transformaron los militantes de la Hoac en una fiesta campestre para reivindicar la prioridad de la persona y la demanda de otras políticas.

Fiesta de comunión en el Alamillo
Fiesta de comunión en el Alamillo
Francisco Correal

06 de mayo 2013 - 01:00

LOS 74 militantes de la organización que preside cabrían en algunos de los autobuses de Tussam que conduce. Francisco Martínez Morgado, Pichi para sus amigos, es el presidente de la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) en Sevilla y hoy se habrá levantado a las cinco y media de la mañana para ponerse al volante del 27 que une la plaza del Duque con Sevilla Este. Ese número de militantes tiene un valor exponencial.

No hay otra organización en cuya presidencia un conductor de autobuses releve a un celador de hospital. Javier Albarreal, su antecesor, no fue ayer a la jornada que la HOAC celebró en el Alamillo con el lema La persona es lo primero porque tuvo turno de noche en el hospital de Valme.

Fue una mañana de comuniones en el Alamillo. No había niños vestidos de marinero ni niñas con atuendo de hadas, pero la palabra estaba presente: "Ante una democracia rota, otra política es posible desde la comunión".

El presidente vive en la barriada de Su Eminencia. Es el denominador común de casi toda la militancia. Es como un arca de Noé. "De los 74 militantes, 44 somos parejas. El compromiso y la militancia se consiguen mejor en familia". Lo dice Alfonso Alcaide, cordobés de Pozoblanco, toda su vida mecánico tornero y que estudió Sociología por la Universidad a Distancia para tener herramientas científicas con las que elaborar un informe sobre el trabajo para la Subcomisión Episcopal de Pastoral Obrera.

Alcaide comparte compromiso con Marina Teresa Botella, cordobesa de Lucena, auxiliar de enfermería y centrada en los trabajos de canonización de Guillermo Rovirosa, el ingeniero e inventor catalán de Vilanova i la Geltrú que creó la HOAC por mandato de la Conferencia Episcopal, al amparo del Concilio Vaticano II.

Todo es solidario en esta liturgia campestre. La música, que pasa de Los del Río a un cantautor que habla de Shostakovich, la pone Antonio Espinosa. Un disc-jockey que trabaja en Intermón. Unen sus fuerzas, pero cada cual tiene su trinchera. Yolanda Carrasco está en el comité de empresa del Ayuntamiento.

Macarena Mijes nació en la Macarena y se fue con su familia a Las Vegas. Da clase de Religión Católica en el colegio Nuestra Señora de la Paz. "También hay un profesor de Religión Evangélica y la mayoría de alumnos son de etnia gitana, pero como yo llevo 17 años en el centro y he tenido de alumnos a sus padres y sus madres, muchos siguen conmigo". Viene de la JOC (Juventud Obrera Católica), igual que su marido, que es jefe de estudios.

"Somos un ente un poco raro", admite Alcaide. "No somos un partido ni un sindicato, somos Iglesia, trabajamos el mundo obrero y nos dedicamos a temas como la exclusión, que no venden mucho". Son gente tan rara que en sus documentos hablan de los más de 500 desahucios diarios, del millón largo de españoles que emigraron en 2011 o del 27% que viven en el umbral de la pobreza, pero remiten al lector al latín de encíclicas de Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI, la carta de San Pablo a los Gálatas o el Evangelio de San Mateo.

Trabajan en equipos de trabajo, como el que Javier Fito, técnico de cultura del Ayuntamiento, tiene en la parroquia de San Pío X, en las Letanías. El conductor de Tussam conoció a María José, su mujer, en un campamento de la JOC en Cazorla. "El miércoles de Feria celebramos las bodas de plata". Tienen dos hijas: María estudia Mecánica del Automóvil y hace prácticas en una ITV y Lucía está en tercero de ESO. Antes de conducir autobuses, trabajó de mecánico en una siderurgia de Alcalá. Allí creó la sección sindical y el jefe lo aisló en el puente de grúa. "Me preguntó si era comunista o socialista y al día siguiente le llevé un compendio de la doctrina social de la Iglesia. Lo descuadré tanto que me dijo que su mujer estaba en Cáritas".

Manuel Sánchez Montero trabaja en la lavandería de una residencia universitaria. Dice que la O de obrero no significa lo mismo en todos sitios, incluido el PSOE. La O de la HOAC entró en algunos foros. En la primera legislatura "hubo ochenta diputados que eran de la HOAC". Es la única organización que puso de acuerdo a partidos y sindicatos para que el Parlamento andaluz aprobara una moción sobre los inmigrantes. Convocaron a 48 entidades diferentes para buscar celebraciones paralelas de la Expo 92.

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