La ITE de San Roque certificó su buen estado hace sólo un año

Urbanismo tuvo que requerir en mayo de 2012 al Arzobispado para que cumpliera con la revisión del edificio.

La Parroquia de San Roque, cerrada al culto por su mal estado de conservación.
La Parroquia de San Roque, cerrada al culto por su mal estado de conservación.
Carlos Navarro Antolín

13 de enero 2014 - 05:03

La Parroquia de San Roque aprobó sin mayores problemas la ITE en 2012, el examen que deben pasar por ley todos los inmuebles con más de 50 años de construcción. El técnico que examinó el edificio hace sólo un año certificó el buen estado de conservación del edificio con lujo de detalles y aseveraciones al respecto. En ningún momento atisbó el más mínimo problema que hiciera vaticinar que en un plazo corto de tiempo habría que optar por el cierre repentino de la iglesia ante el riesgo de derrumbamientos como consecuencia de graves problemas estructurales. El Arzobispado de Sevilla se vio obligado a realizar este trámite después de que la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento notificara al titular del bien que no había cumplido con esta obligación. La Gerencia recordó en mayo de 2012 al Arzobispado que constituía una infracción grave tener un edificio de esas características sin haber pasado la correspondiente inspección técnica, por lo que concedió tres meses de plazo para que así se hiciera. La ordenanza municipal establece sanciones de entre 600 y 3.000 euros para los propietarios que no pasen la ITE en plazo. Aunque desde el mismo momento en que se entrega la ITE y aunque esté fuera de plazo, el propietario puede evitar la sanción. El Arzobispado reaccionó con celeridad y cumplió con el trámite.

El autor del informe de la ITE de San Roque reconoce que sus conclusiones son fruto de un examen visual del templo. Entre las diversas opciones que establece el cuestionario de la ITE con respecto a la cimentación y la estructura, el técnico marcó la casilla en la que se afirma que el edificio presenta una estructura en buen estado o con mínimas afecciones que no comprometen la resistencia mecánica y la estabilidad del edificio o construcción: "Y no requieren la realización de obras de reparación salvo aquellas propias de mantenimiento".

Respecto a las fachadas y medianeras, el informe asegura que presentan un "buen estado o con mínimas afecciones que no suponen peligro para la vía pública o zonas interiores de la edificación y no requieren la realización de obras de reparación salvo aquellas propias del mantenimiento". El estudio de estanqueidad e instalaciones generales también se saldó con buena calificación: "El edificio presenta las cubiertas, paramentos, carpinterías exteriores y redes de fontanería, saneamiento y electricidad en buen estado o con mínimas afecciones que no afectan a la habitabilidad y uso efectivo y no requieren la realización de obras de reparación salvo aquellas propias de mantenimiento". Entre las conclusiones generales, destaca que el técnico aseguró que el edificio no presentaba ningún otro tipo de deficiencia, al margen de las que la ITE obliga a estudiar con minuciosidad, y que reúne las "condiciones adecuadas de seguridad, salubridad y ornato público definidas en el planeamiento vigente".

El informe que sí da cuenta de algún desperfecto se remonta al año 2009, cuando un técnico detectó dos fisuras en la nave central y otra en la nave lateral derecha, pero sin mayores alteraciones y sin que, de forma aparente, supusieran riesgo alguno. El mismo técnico atribuyó estas fisuras a "humedades y retracciones" de la estructura como consecuencia de las lluvias. Aconsejó en ese momento la aplicación de grapas, mallas de protección y el uso de mortero para cubrir los huecos, pero dejando claro siempre que las fisuras pudieran provocar problemas estructurales, de tal forma que ni siquiera se recomendó una fecha de ejecución de esta reparación. Por lo demás, ese mismo informe tan sólo apuntaba a la necesidad de pintar y limpiar algunas zonas para una "mejor imagen" del templo, pero nada más allá de meras razones estéticas.

El Arzobispado ya ha contratado obras de urgencia como paso previo a la intervención integral que necesita el templo. Este primer arreglo está presupuestado en alrededor de 50.000 euros y será asumido por la empresa Sanor. La previsión es que la parroquia esté cerrada hasta, al menos, la próxima Navidad de 2014. La Parroquia de San Roque fue construida en 1927. Deberá pasar nuevamente la ITE en 2020. Tiene el máximo nivel de protección urbanística, representada con la letra A en el vigente PGOU, equivalente al título de protección integral, lo que impide cualquier tipo de reforma que altere sus valores arquitectónicos.

Expertos consultados por este periódico consideran que los hechos demuestran que la ITE no es un instrumento eficaz al cien por cien para la prevención de problemas estructurales en los edificios. El mero examen visual de una finca no alcanza a comprobar los riesgos que en pocos meses pueden obligar a la clausura de un edificio de uso público, como el caso de una iglesia. O la ITE falló, o se ha reaccionado con excesiva alarma al cerrar la iglesia.

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