El rector de la Hispalense aboga por la gratuidad de las matrículas

El rector de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano, inauguró ayer el curso académico con una defensa de la Educación superior gratuita. Arellano puso como ejemplo el modelo universitario alemán, que es totalmente gratuito y se complementa con becas de carácter social. Para que este sistema sea eficaz, a los estudiantes de Alemania se les da un plazo máximo de siete años para terminar la carrera.

"El apoyo financiero a la Universidad es la inversión más sostenible y rentable que un Gobierno puede hacer", manifestó Arellano. Las universidades públicas andaluzas, según señaló el rector en su discurso, demandan a la Junta de Andalucía 1.113 millones de euros que cubran sus gastos generales durante este curso. Ramírez de Arellano incidió en que el Gobierno autonómico debe pagar directamente a estas instituciones académicas sin poner ninguna traba ni "parches de los fondos Feder".

Para que se cumpla la promesa de la Administración andaluza de saldar su deuda con las universidades en un plazo de dos años, Ramírez de Arellano reclamó una mejora en los flujos de pago: "El Gobierno de la Comunidad debe dedicar al menos 110 millones de euros mensuales, en torno a 20 millones más de lo que actualmente está transfiriendo".

El rector habló a lo largo de su discurso en nombre de las nueve universidades públicas de la Comunidad. La apuesta por la cohesión en la educación superior andaluza se reforzó con las palabras que la rectora de la Universidad de Málaga, Adelaida de la Calle, pronunció justo antes de que sonara el himno de Andalucía. De la Calle destacó la eficacia del proyecto Andalucía Tech, que permite que la Hispalense y la Universidad de Málaga caminen juntas: "Sumando los esfuerzos se multiplan los resultados".

Los trajes académicos de los universitarios se mezclaban con la ropa deportiva de los turistas que visitaban el Rectorado en la mañana de ayer. En el acto de inauguración, que comenzó tras el tradicional desayuno que ofrece la Hermandad de los Estudiantes, también se criticó la organización de los estudios universitarios que el Gobierno de España está planeando. El Ministerio de Educación propone un sistema de tres cursos de Grado y dos de Máster. El rector pidió que estas decisiones se tomen con calma, ya que, teniendo en cuenta que los precios de los posgrados suelen ser elevados, el número de estudiantes universitarios podría descender debido a las dificultades económicas.

Ramírez de Arellano volvió la mirada a la implantación de la Ley de Reforma Universitaria (LRU), que fue consensuada durante la Transición: "En ese momento, nadie se atrevió a afirmar que sobraban universidades". La LRU, según destacó el rector, fue una ley modélica que se estableció "con un alto grado de entendimiento entre los políticos". Arellano apuesta por que las cuestiones que conciernen al funcionamiento de la educación superior sean debatidas y no impuestas.

A pesar de las críticas pronunciadas, el rector lanzó un mensaje de optimismo a los universitarios e inicia el curso académico con ánimo. Ramírez de Arellano cree que para lograr un futuro mejor es necesario que se abandonen el pesimismo y la fatalidad.