La UPO analiza los efectos de la desaparición de carroñeros

R. S.

21 de enero 2015 - 05:03

La desaparición de la acción de los carroñeros ha aumentado las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y los costes agroalimentarios, según un estudio de investigadores españoles publicado por la revista Scientific Reports y reseñado por la Universidad Pablo de Olavide (UPO).

Este estudio determina que la decisión de la Comisión Europea de obligar a los ganaderos a retirar del campo y destruir en plantas autorizadas los cadáveres de los animales muertos, ahora rectificada, creó una fuente de emisión de GEI sin precedentes, tanto por la quema de las reses como por las emisiones derivadas de su transporte.

La obligatoriedad de retirar las reses muertas, acordada en 1974 tras el brote de encefalopatía espongiforme bovina, conocida como la enfermedad de las vacas locas, supuso "importantes e innecesarios costes ambientales y económicos", a la vez que anuló un importante servicio ecosistémico proporcionado por los carroñeros desde hace milenios. Este estudio cifra en 77.344 toneladas de CO2 las emisiones a la atmósfera como resultado del transporte de cadáveres de ganado extensivo en España, lo que supone un 0,1% del total de emisiones por transporte en 2012 y un volumen equivalente al 25% de todas las emisiones del cultivo de arroz o al 8% de la industria química.

stats