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Construcción

La rehabilitación sostenible: el futuro de los arquitectos

  • Un hormigón que emite menos CO2 en su fabricación y se blanquea con el sol, 'porexpán' que ahorra climatización en sustitución del ladrillo tradicional y morteros con áridos reciclados son materiales de estos nuevos tiempos.

La Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla está formando a sus alumnos en rehabilitar edificios y barrios con nuevos materiales más eficientes y que generan un menor impacto ambiental. Atrás quedaron los años del boom inmobiliario donde la prioridad era construir de cualquier manera y vender pisos a precio de oro.

"El futuro de la arquitectura es la rehabilitación. Ésta es la salida profesional para los alumnos. Filtraciones, ruidos y calor son los problemas que soportan los vecinos de edificaciones construidas en el boom. Y a día de hoy existen materiales que minimizan esos impactos". Lo explica Pilar Mercader, profesora del departamento de Construcciones Arquitectónicas de la Escuela, quien ha organizado en Sevilla un congreso internacional sobre construcción sostenible y soluciones ecoeficientes que se celebra del 25 al 27 de mayo y al que asisten 60 científicos de nueve países.

"El problema radica -añade- en la construcción que se ha ejecutado en los últimos años con el boom de la burbuja inmobiliaria. Hemos pasado de tener muros de un metro de espesor a cada vez tabiques y cerramientos más estrechos para conseguir más superficie útil para que hubiera más capacidad de venta y más viviendas que vender. Entonces se ha disminuido en la calidad de los materiales por unos que eran más rentables económicamente, pero medioambientalmente necesitaban un mayor consumo de recursos para tener unas condiciones óptimas en el interior de la vivienda", relata Mercader.

Frente al hormigón y al ladrillo tradicionales que eran los más contaminantes, los nuevos materiales de construcción son el hormigón fotocatalítico, que emite menos CO2 en el proceso de fabricación y se blanquea al sol con el paso del tiempo. En 2001 no existía, pero ya lo fabrica la empresa FYM Italcementi Group y lo utilizan arquitectos nacionales e internacionales.

En lugar del ladrillo se utiliza el poliestireno expandido (EPS, conocido popularmente como porexpán) que ahorra climatización, y morteros que mejoran la climatización, si se trata de edificios ya construidos. También hay yesos y morteros para revestimiento que usan áridos reciclados.

Otro problema es que "en España no existe una normativa que obliga a usar materiales eficientes". Hay constructoras que montan pisos con paredes de panel y pladur, materiales reutilizables que minimizan el impacto ambiental pero malos para el aislamiento acústico.

La solución a la ausencia de una norma de este tipo la tienen las administraciones públicas que deben aprobar leyes en esta dirección. Entre tanto, científicos y expertos se dedican a investigar y a explicar en congresos como el de Sevilla que se ahorra energía y costes usando estos materiales.

Respecto al uso de energías renovables como el inagotable sol de Andalucía, Mercader apuesta por combinarlas con los materiales sostenibles en la construcción. "Con el sol tenemos una mina en Andalucía, vamos a captar esa energía y vamos a empezar a construir un poquito mejor, que no tengamos que volver atrás, y vamos a dar soluciones que realmente tengan en cuenta esa eficiciencia". "Vamos a preparar a los alumnos para rehabilitar con materiales que existen más eficientes y que generan un menor impacto ambiental". Y añade que participa la administración andaluza porque no tiene sentido un congreso de constucción sostenible si no se capta a las administraciones públicas para que pongan de su parte.

Como ejemplos de edificios sostenibles en la ciudad cabe citar cuatro nuevos edificios de la Universidad de Sevilla dedicados a la investigación de reciente construcción o que aún están ejecutándose. Incorporan en todos los casos aislamiento térmico y acústico en fachadas y cerramientos; bajo coste de mantenimiento a corto, medio y largo plazo, así como optimización de los sistemas de climatización para un menor consumo energético, explica Antonio Ramírez de Arellano Agudo, profesor emérito y catedrático de la Hispalense y miembro del comité de honor del Congreso que participa en este foro de reflexión. Desde hace cuatro o cinco años estos elementos se aplican en todos los edificios de nueva construcción de la Hispalense.

De los edificios en cuestión, los situados en el campus de Reina Mercedes son los más sostenibles y cuentan con un cerramiento de fábrica de ladrillo que requiere poco mantenimiento, según Ramírez de Arellano. Se trata del Centro de Recursos de Aprendizaje e Investigación (CRAI) Antonio de Ulloa, que acoge además las bibliotecas de ciencias; y del Citius 2 (Centro de Investigación Tecnología e Innovación de la Universidad de Sevilla), sede del Instituto de Matemáticas y otros servicios de investigación. Aquí se ha aprovechado,además, la energía solar para instalar un invernadero experimental.

El tercero es el Centro de Experimentación Animal (CEA) del Campus de Biomedicina, en la calle Manuel Laffón, junto al parque Celestino. Se está equipando para su próxima apertura.

Por último, el Centro de Transferencia Tecnológica (Centrius) de la Cartuja compuesto por cuatro edificios aún en construcción (al 60%) cuenta con sistemas de vanguardia en materia de eficiencia energética.

Otros edificios ya existentes que han ganado en eficiencia energética en los últimos años son las oficinas de Torretriana de la isla de la Cartuja, el Hospital de Valme y la sede del Defensor del Pueblo, dependientes de la Junta de Andalucía. Todas las obras de reforma se han efectuado en el marco de la Red de Energía de la Junta de Andalucía (Redeja), que impulsa dentro de la administración andaluza principios de ahorro y diversificación energética e implanta en sus edificios instalaciones de energías renovables.

En el edificio Torretriana, según la Agencia Andaluza de la Energía, la obra iniciada en 2014 que está terminando va a permitir un ahorro económico de 181.120 euros al año y una reducción de emisiones de 1.022 toneladas de CO2 al año. Se ha reformado integralmente el cerramiento interior acristalado (7.262 metros cuadrados de vidrio) del edificio logrando una climatización más eficiente que reduce la demanda de energía. También se han sustituido los aires acondicionados por otros más eficientes, con menor peso y mantenimiento, y mejorado el control de la instalación de luz. Por último, se ha instalado un sistema de cogeneración que produce luz, calor y frío y se aprovechará para climatizar.

En el Hospital Virgen de Valme se han instalado 151 captadores solares térmicos para producir agua caliente que suponen un ahorro económico de 20.173 euros al año y una reducción de emisiones de 90,9 toneladas al año de CO2.

En la sede del Defensor del Pueblo Andaluz, la reforma integral de 2011 permitió la sustitución de las instalaciones de climatización e iluminación existentes para reducir el consumo energético. Se han sustituido por tecnología más eficiente que optimizan el aprovechamiento de la luz natural.Con estas actuaciones se alcanza un ahorro económico de 18.060 euros anuales, un ahorro energético de 129.000 kWh anuales, un 43% menos de consumo respecto a la situación actual, lo que evitará la emisión de 157 toneladas anuales de CO2.

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