Agustín Argüelles. Responsable Provincial del Colegio ingenieros de caminos, canales y puertos.

"Hay que darle un uso activo al puente de Hierro como pasarela"

  • El ingeniero pide el fin del expolio del puente, rechaza convertirlo en un balcón portuario e insiste en que se reutilice para peatones y ciclistas

El hombre que representa a los ingenieros de caminos colegiados de Sevilla es un apasionado de los puentes que disfruta hablando de estructuras y padece con el maltrato que está sufriendo el de Hierro o de Alfonso XIII. Se ha traído para la entrevista el libro de los puentes de Sevilla, que relata la crónica del puente que nos ocupa hasta su desmontaje y sustitución por el de las Delicias, pero sin los últimos 12 años de abandono. Agustín Argüelles Martín es doctor ingeniero de caminos, licenciado en Física y con amplia experiencia profesional. Ha sido profesor titular de la Universidad de Sevilla en la Escuela de Ingenieros y ocupado altos cargos durante 14 años en la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir como comisario de aguas y luego dirigiendo la oficina de planificación hidrológica. Es miembro del comité de expertos de la Comunidad Europea de la Directiva Marco de Aguas y Agricultura. Durante siete años formó parte del equipo de Manuel Olivencia para la Exposición de Sevilla de 1992 y de la sociedad Estatal Expo 92.

 -¿Qué opina del abandono del puente de Hierro que ya cumple 12 años?

-Evitar robos no basta. La solución es buscarle un uso activo al puente con sus 168 metros de longitud. Es importante conservarlo colocado en un sitio adecuado. No es muy fácil ni muy económico pero es necesario e importante y merece un esfuerzo. Y mientras llega ese momento, que debe dilatarse el mínimo tiempo posible. Hay que evitar el expolio que está sufriendo. Eso es una vergüenza. No hay derecho.

-De momento el único proyecto que tiene la Autoridad Portuaria es darle uso como Balcón del Puerto en la parcela donde está ahora...

-La idea del balcón sería una solución museística.  Lo ideal sería buscarle un papel activo, por ejemplo como pasarela para peatones y ciclistas. Se podría encajar en San Jerónimo en una zona donde no haya paso de barcos, de manera que se pudiera dejar como de tablero fijo para evitar la rehabilitación y adecuación de los mecanismos de elevación.

-¿Conlleva alguna dificultad técnica colocar el puente como pasarela?

-El puente es oblicuo porque en su construcción tenía que adaptarse a la traza del ferrocarril existente. Por eso es más difícil de encajar que si fuera recto. Requiere una solución adecuada, pero no imposible. Habría que hacer una cimentación convencional con pilotes, una técnica más sencilla que la que en su día se utilizó.

-Como ingeniero ¿por qué diría que hay que conservarlo?

-El puente es una página viva de la historia de la Ingeniería y de la historia de Sevilla. Y si vamos arrancando las páginas así y tirándolas al final nos quedaremos sin nada…

-Los robos que sufre son constantes

-Este puente es un ejemplo más de que en Sevilla no puede haber monumentos públicos porque acaban pintados y mutilados. El día menos pensado amanece inutilizado o desaparece. De momento se están llevando las barandillas que es lo más fácil de vandalizar.

-Hábleme de su construcción

-Se construyó en seco, con la dársena excavada hacia el Sur. Entre los años 1918 a 1926. Se promovió un concurso de ideas, donde el conocido ingeniero Zafra propuso un pilar robusto central y un puente giratorio sobre un vano. Esa idea se desechó y acudieron las empresas Maquinista Terrestre y Marítima y la sociedad Construcciones Metálicas. Se le preadjudicó a la primera pero no se llegó a acuerdos con ellos por condicionantes que no cumplieron y el Puerto declaró desierto el concurso y lo adjudicó por administración con fondos propios. Lo diseña el ingeniero del Puerto José Delgado Brackenbury, lo construye la empresa Maquinista y formaba parte del plan de obras del Puerto de Luis Moliní.

-Se hizo con materiales especiales

-Sí, tiene aceros especiales en los engranajes y mecanismos de elevación y se usó una cimentación compleja que ahora sería más sencilla con pilotes. Además, las piezas están selladas unas con otras con roblones (tornillos pasantes que se ponen a presión) en sus dos extremos. Costó en total 3.200.000 de pesetas: 2.800.000 pesetas de la obra más un modificado de 400.000 euros.

-Se le vincula con la Exposición de 1929, ¿es así?  

-Su origen está en que había aumentado mucho el tráfico marítimo de hierro y hubo necesidad de ampliar los muelles de la margen izquierda. Por eso se hizo la dársena de Alfonso XIII y el puente del mismo nombre.

-Tenía una protección patrimonial máxima (A) que en 2001 se rebajó a global (B)

-Este puente merece una conservación activa, merece la pena. Desconozco si tiene protección patrimonial. Hay que apoyar cualquier iniciativa que sea darle utilidad y asegurar su conservación, a ser posible que no sea una pieza de museo. Nosotros estaríamos dispuestos a colaborar. No está preparado para acoger coches, pero la opción de la pasarela es la más viable. Este puente también podría ser un emblema de la Exposición de 1929, aunque no se hizo específicamente para esa exposición pero se aprovechó. Lo que se hizo con el puente Isabel II de Triana fue ejemplar. Se le ha dado funcionalidad, no trabaja como estaba concebido, su filosofía estructural es distinta de como se concibió. Eso ha costado un dinero transformarlo.El Puente de Triana está ahí desde 1852 en el mismo sitio pero es un emblema de Sevilla.

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