"Hemos pasado la travesía del desierto, pero la toga es mi tierra prometida"

El juez Serrano dice que volverá a ponerse la toga pero pedirá una excedencia para seguir como abogado.

"Hemos pasado la travesía del desierto, pero la toga es mi tierra prometida"
"Hemos pasado la travesía del desierto, pero la toga es mi tierra prometida"
Fernando Pérez Ávila

27 de octubre 2016 - 14:50

"He pasado un periplo muy duro, el daño moral ha sido enorme para mí y para mi familia. Hemos pasado una travesía en el desierto, hemos atravesado el Mar Rojo. Me dejaron desnudo y sin nada en absoluto en mitad del océano. Hemos sufrido problemas de salud. Yo he tenido que ser ingresado dos veces de urgencia por taquicardias. Mi mujer también tuvo que ser ingresada. Pero hoy es un día de alegría porque hemos alcanzado la Tierra Prometida, que para mí es la toga". Con este discurso plagado de referencias bíblicas ha comparecido este jueves ante la prensa el juez Francisco Serrano, a quien el Tribunal Constitucional le ha revocado la condena de diez años de inhabilitación que le impuso el Supremo. El Alto Tribunal considera firme la primera sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) de dos años de suspensión, que ya hace tiempo que se cumplieron, por lo que Serrano puede volver a la carrera judicial.

En aquella sentencia del Alto Tribunal se abría la posibilidad de que solicitara un indulto y la pena quedara reducida a seis meses de inhabilitación, lo que le permitiría conservar su plaza como titular del juzgado de Familia número 7 de Sevilla. "Siguiendo la pauta que establece la propia sentencia, tendría que haber sido juez desde enero de 2012, hace ya casi cinco años", ha dicho, en una rueda de prensa celebrada en el hotel Inglaterra, en la que ha comparecido junto con su nuevo abogado, Fernando Rodríguez Galisteo, y en la que le han acompañado numerosos familiares y amigos, que han aplaudido su intervención.

Serrano ha anunciado su intención de pedir el indulto con la intención de mantener su plaza, si bien en un principio volverá a concursar para obtener el primer destino al que pueda acceder. Después, pedirá una excedencia porque pretende seguir su carrera como abogado, desde el despacho que fundó cuando fue apartado de la carrera judicial.

"Pero primero me van a ver ustedes con la toga. Me la pondré y me harán muchas fotos", ha apuntado el juez. "Pediré la excedencia para servir a la Justicia desde este otro lado de la mesa. Yo he completado el círculo, pues he sido fiscal, juez, abogado de la acusación, abogado de la defensa y acusado. Y creo que desde este lado también se puede defender el interés general".

Serrano quiere centrarse en este momento en mantener intactos su imagen y su honor. "Mi hija, en el instituto, ha tenido que pasar la vergüenza de que sus compañeros le digan que a su padre lo han echado. Y le dijeron que seguro que lo habían echado por robar dinero del juzgado, porque ninguno se podía creer que era por haber autorizado a un niño a salir de nazareno".

Una de las cuestiones que más le ha dolido es que se refirieran a él con la coletilla de inhabilitado. "Ya nadie va a poder referirse al juez Serrano como un juez inhabilitado. Tenía esa espina clavada cada vez que iba a los juzgados. Afortunadamente me he podido reinventar. He sufrido una metamorfosis, pero ha sido muy duro".

Serrano se ha mostrado más comedido que en sus intervenciones anteriores, si bien ha vuelto a denunciar que fue condenado por motivos políticos, como prueba que a los tres magistrados de la Audiencia que ratificaron su decisión no les haya ocurrido nada. "Yo era un juez molesto, que me había atrevido a criticar la ideología de género. Era políticamente incorrecto. Y tres meses antes de mi condena, la presidenta del Observatorio de la Violencia de Género dijo que me tenía que echar de la carrera judicial. Yo me manifesté en contra de un concepto ideolófico, pero en España ninguna persona debe ser perseguida por cuestiones de pensamiento".

El juez ha defendido la resolución por la que fue denunciado y ha admitido con rotundidad que volvería a tomarla. "Lo único que hice fue proteger el interés del menor", ha expuesto, y ha leído incluso la parte dispositiva de aquella medida que tomó el 30 de marzo de 2016. "Llevo ya más de seis años de calvario", ha apuntado tras decir la fecha.

"Este pleito llegará a los libros de texto de Derecho. Es un caso único en España y en Europa. El de un juez que es condenado por prevaricación culposa y dolosa pese a que su resolución fue ratificada por un órgano superior. La dolosa clama al cielo. ¿Qué interés iba a tener yo en que el niño saliera de nazareno o no? Aquí es donde se han vulnerado mis derechos fundamentales y el Constitucional así lo ha entendido", ha añadido el juez, que ha insistido en que en su carrera ha tomado decisiones mucho más trascendentes que aquella, que en la práctica sólo suponía alargar un día más el periodo de estancia con el padre para que el menor pudiera salir en la cofradía del Silencio.

El juez ha admitido que pudieron producirse errores debido a las prisas, puesto que era Martes Santo y había que tomar una decisión inmediata, así como que se había caído el sistema informático de los juzgados. "Se podría discutir la cuestión de la competencia -existía ya un proceso en un juzgado de Violencia- pero no las garantías del proceso. Para el niño era algo muy importante salir de nazareno y hay que respetar la libertad religiosa. La contraprestación era que una madre estuviera 24 horas más sin su hijo, cuando hay madres y padres que se han quedado una vida entera sin ellos y no se han tomado estas medidas contra los jueces".

El magistrado ha definido el caso como "esperpéntico, extravagante y que no tiene explicación en Derecho". Serrano se ha alargado en el capítulo de agradecimientos y ha llegado a agradecer incluso a la persona que lo denunció que le haya hecho pasar este mal trago, a la que perdona "como cristiano", porque por fin ha podido alcanzar su "tierra prometida" y “el juez más implacable es el tiempo". Obviamente, antes ha dado las gracias a familiares, amigos y compañeros, que le han llegado hasta a pagar la multa al entender que había sido víctima de una injusticia, y, como buen creyente, a Dios.

Asimismo, ha criticado con dureza al Poder Judicial, que "está en la UCI". "Está sometido al clientelismo político. Al amigo favor, al enemigo rigor y al indiferente la legalidad vigente. Esto hace un daño enorme a la Justicia, que está sometida a criterios ideologicos, que se imponen a criterios legales, de prueba o de convicción. El Poder Judicial tiene que ser independiente. Está sometido al imperio del miedo. Muchos jueces cobardes cometen injusticias porque saben que hay un controlo político y mediático sobre sus decisiones".

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