Las empresas municipales pasarán a depender de una sociedad anónima

Una entidad, cuyo nombre será Corporación Pública de Sevilla SA, se convertirá en titular de las acciones del Ayuntamiento en todas sus sociedades · El objetivo político es diluir las pérdidas de Tussam y Lipasam

Un autobús municipal de Sevilla, gestionado por la empresa Tussam, cuya situación económica es crítica.
Un autobús municipal de Sevilla, gestionado por la empresa Tussam, cuya situación económica es crítica.
Carlos Mármol

05 de febrero 2009 - 05:03

Las cinco empresas municipales de Sevilla, asociadas hasta ahora en una Agrupación de Interés Económico denominada DeSevilla AIE, pasarán a formar parte a medio plazo de una nueva entidad mercantil que se creará ex novo durante las próximas semanas y cuyo régimen jurídico será a partir de ahora idéntico al de una sociedad anónima convencional. Su nombre será Corporación Pública de Sevilla, SA. Y, una vez sancionada su existencia jurídica por el Pleno municipal, pasará a ocuparse directamente de la representación y la gestión de todas y cada una de las entidades ligadas de una y otra forma al organigrama del Ayuntamiento.

La operación para cambiar la actual estructura de las empresas municipales, en la que el Consistorio viene trabajando desde hace meses, implica un paso más en la fórmula -ensayada en su día con la creación de la AIE- diseñada por el equipo político de Monteseirín para diluir -en lo posible- el desastroso resultado económico de su gestión al frente de la empresa local de autobuses (Tussam) y de la sociedad encargada de la limpieza y recogida de residuos (Lipasam).

La nueva entidad, que al adoptar la fórmula de la sociedad anónima gozará de un mayor nivel de autonomía operativa -por ejemplo, ya no tendrá que tener a la oposición sentada en su consejo de administración; cosa que hasta ahora sucedía en algunas empresas públicas, mientras que en otras no-, funcionará como la corporación matriz de las actuales Emasesa, Emvisesa, Lipasam, Tussam, Sevilla Global y, probablemente, también Mercasevilla. Su nacimiento permitiría, de hecho -aunque este extremo no está por ahora decidido formalmente-, disolver por completo los actuales consejos de administración de las distintas empresas históricas, ya que las acciones que son titularidad de la Corporación pasarán a depender de la nueva entidad anónima de capital municipal.

Los estatutos que regirán el nuevo consorcio mercantil hispalense, que ya están redactados, dan una idea de las intenciones políticas de PSOE e IU a la hora de impulsar la creación de la Corporación Pública de Sevilla SA. Su objeto social no es otro que la administración de todas las acciones municipales en las empresas existentes, así como también en aquellas que se pudieran crear en el futuro. Esta cuestión no es baladí, ya que la corporación aspira a asumir la gestión de las empresas de agua, limpieza, transporte, promoción económica y suelo y vivienda, al tiempo que deja abierta la puerta a la posible co-gestión de entidades que actualmente no son empresas, pero en las que el Ayuntamiento participa, como es el caso de Fibes, entidad que gestiona el Palacio de Exposiciones y Congresos o la futura televisión municipal. El amplio objeto social diseñado para la nueva sociedad -que se encargará de la planificación y elaboración de programas, proyectos, investigación, cooperación al desarrollo y asesoramiento- da cobijo también a las pretensiones políticas de extender la red de empresas locales de Sevilla al área metropolitana, fórmula iniciada en el caso de Emasesa, idea a la que se opone la Diputación.

Su nuevo marco jurídico, que ahora tendrá que ser aprobado en los correspondientes foros municipales, regula el resto de aspectos de gobierno de la entidad, que tendrá su propio consejo de administración (con un máximo de 11 participantes), su junta general y una comisión ejecutiva que delegará el día a día en un director-gerente, puesto que, en el caso de la AIE, ya ejerce el consejero delegado de Emasesa, Manuel Jesús Marchena. Junto a los aspectos institucionales, la empresa también se ocupará de la administración de las empresas, incluidos sus aspectos financieros y contables. La razón: la nueva fórmula jurídica, con la que IU fue beligerante al inicio del mandato, pero que ahora parece aceptar, siquiera de forma tácita, permitirá diluir en una cuenta común el déficit de Tussam y Lipasam, que pasará a ser enjugado con los resultados de Emvisesa (la empresa de vivienda, que ahora opera también con suelo cedido por Urbanismo), Sevilla Global y, sobre todo, Emasesa, la empresa de aguas, que es la que mejor situación patrimonial y económica tiene gracias a sus ingresos. De hecho, el nuevo domicilio social de la Corporación Pública de Sevilla SA, será la Calle Sol 1: el antiguo convento de Los Terceros, sede institucional de Emasesa.

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