La US necesita más edificabilidad para mover Arquitectura a Altadis

La Universidad de Sevilla está a la espera de conocer las condiciones de la cesión de los terrenos para decidir si, finalmente, traslada la Escuela Técnica a la antigua fábrica de tabacos de Los Remedios

Imagen de la antigua fábrica de tabacos de Los Remedios, en la calle Juan Sebastián Elcano.
Imagen de la antigua fábrica de tabacos de Los Remedios, en la calle Juan Sebastián Elcano.
Luis Sánchez-Moliní / Sevilla

27 de junio 2009 - 05:03

Sin prisas pero sin pausas. El vicerrector de Infraestructuras de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano, mantuvo ayer una reunión con el director de la Escuela de Arquitectura, Narciso Vázquez, para, entre otros asuntos, abordar la posibilidad de un traslado de este centro a la fábrica de tabacos de Altadis de los Remedios , la opción A de la Hispalense en el caso de que llegue a buen puerto la intención de Urbanismo de expropiar a la empresa tabaquera esta parcela de casi 40.000 metros cuadrados en las márgenes del Guadalquivir para entregársela a la Universidad de Sevilla.

La primera conclusión es clara: aunque se valora en gran medida las posibilidades del conjunto fabril, uno de los mejores ejemplos de la arquitectura del movimiento moderno en Andalucía, hoy por hoy, la Escuela de Arquitectura, la segunda de España en tamaño después de la de Madrid, no cabe en estas instalaciones y necesitaría la construcción de otros edificios de nueva planta para poder desarrollar su labor con holgura.

"Tenemos que estudiar detenidamente las condiciones de cesión del espacio y sus posibilidades. Está claro que si no se permite una mayor edificabilidad en la zona no podremos trasladar allí a la Escuela de Arquitectura y habría que pensar en otro tipo de centro de menores dimensiones", declaró a este periódico Antonio Ramírez de Arellano. Y es que, según establece el PGOU, la antigua fábrica de tabacos, cerrada el último día de 2007 y desde entonces sin uso, goza de una protección de tipo C debido a que es una de los diseños más logrados del arquitecto Carlos Arniches. Es decir, se pueden realizar obras de mejora pero se debe conservar el edificio por su valor patrimonial, lo que imposibilitaría su destrucción para levantar una Escuela de nueva planta.

Según el profesor de la Escuela de Arquitectura Antonio Barrionuevo, uno de los ideólogos del traslado a la fábrica de tabacos, las condiciones del conjunto fabril son "inmejorables" para acoger al centro. De ella destaca su arquitectura "absolutamente moderna", una estructura de hormigón con grandes luces estructurales y sus grandes cristaleras, que la habilitan para el uso docente. También elogia sus jardines más que idóneos para un campus y que dan juego para posibles modificaciones. "Lo importante es contar con un buen proyecto", afirma. Estas posibilidades son compartidas por Ramírez de Arellano, quien cree que se puede hacer un centro permeable para los ciudadanos, "que recuperarían una parte importante de la margen del río", una de las prioridades del Ayuntamiento una vez descartada la intervención en los locales de restauración de la calle Betis y de los clubs Labradores, Mercantil y Naútico.

Eso sí, la Universidad es consciente de que éste sería un proyecto a largo plazo. El Ayuntamiento todavía tiene que llegar a un acuerdo con Altadis para la expropiación u optar por un largo proceso judicial, después se debe modificar el PGOU (sería la primera vez desde que se aprobó en 2006) para cambiar su actual calificación de suelo industrial por el de dotacional para usos educativos y, finalmente, se tendría que tomar una decisión final sobre qué centro se ubica en los terrenos, elaborar un proyecto arquitectónico acorde y ejecutarlo. Es tanto el trabajo por hacer que nadie se atreve a ponerle fechas.

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