Los indignados de Sevilla han decidido que continuarán la acampada en la Plaza de la Encarnación, en principio, hasta el próximo sábado, una decisión que coincide con la que se ha adoptado en otras concentraciones. 

El movimiento del 15-M llevó a cabo ayer una manifestación que partió de la Plaza de España y que congregó a más de 5.000 personas, según fuentes municipales, y más de 10.000, según los organizadores. Un portavoz de Acampada Sevilla mostró ayer su satisfacción por la "respuesta masiva y el apoyo espectacular", y anunció que los jóvenes que están acampados en las setas continuarán hasta el próximo sábado, 4 de junio, fecha en la que volverán a celebrar una asamblea para decidir si mantienen las movilizaciones o levantan el campamento. 

El portavoz destacó la repercusión que la protesta de ayer tuvo a través de las redes sociales que se han convertido en el motor del movimiento 15-M. 

La manifestación por las calles de la ciudad se desarrolló sin incidentes. A la cabeza de la protesta, había una gran pancarta con la leyenda "no somos mercancía en manos de políticos y banqueros". 

Los miles de indignados lanzaron a lo largo del recorrido, que se prolongó durante varias horas, consignas en apoyo de la acampada de Barcelona, que fue desalojada la noche del pasado jueves. 

Al llegar a la Plaza Nueva, los manifestantes hicieron una parada frente al Ayuntamiento de Sevilla, a cuyos representantes dedicaron un "abucheo" por considerar que también son responsables de la situación que denuncian. "Sin en el pueblo no sois nada" o "el pueblo unido jamás será vencido", fueron algunos de los eslóganes más repetidos en este punto del recorrido realizado por los miles de indignados. 

La manifestación culminó en la Plaza de la Encarnación, donde se mantiene la acampada de los indignados desde el pasado 15-M.