CSIF pide la clausura de los juzgados por la plaga de chinches

La Inspección de Trabajo investigará lo sucedido tras la denuncia del sindicato

J. M.

15 de junio 2011 - 05:03

El portavoz de Justicia del sindicato CSIF, Miguel Ángel Ramos, presentó ayer una denuncia ante la Inspección de Trabajo, en la que solicita la clausura inmediata de los juzgados de Guardia y de los calabozos de los detenidos, después de que en los últimos días se haya detectado una plaga de chinches que ha obligado a fumigar estas dependencias judiciales. La denuncia de CSIF ante la Inspección de Trabajo, a la que ha tenido acceso este periódico, relata que han sido al menos tres trabajadores -una fiscal y dos funcionarios- los que han sufrido en los últimos días las picaduras de estos insectos. El sindicato advierte que el número de afectados se ha podido incrementar desde el pasado jueves, día 9 de junio, en el que se detectó el primer incidente con las chinches.

La situación llegó a tal extremo que, el pasado domingo, la juez que debía estar de guardia en el juzgado decidió trasladar este servicio a su propio juzgado, abandonando las instalaciones de la guardia para evitar que se repitieran las picaduras a otros trabajadores.

La delegación provincial de Gobernación y Justicia envió a los juzgados en la mañana del pasado lunes a los operarios de una empresa especializada en el control de plagas, que procedieron a fumigar las dependencias del juzgado de guardia, tanto las que acogen los servicios de detenidos como la guardia de incidencia. La desinsectación de estas instalaciones no evitó que esa misma mañana otra persona se viera afectada por las picaduras.

La denuncia de CSIF "urge" a la Inspección de Trabajo a que se persone en la sede de los juzgados y, en su caso, decrete la "clausura inmediata de estas dependencias y de los calabozos, toda vez que existe un riesgo cierto de que la plaga siga dañando a las personas". Esta clausura de las dependencias judiciales debe mantenerse, según añade CSIF, hasta que "se adopten las necesarias medidas de salubridad". Miguel Ángel Ramos explicó ayer que la situación de los calabozos se viene denunciando desde hace años y hasta la fecha no ha variado nada "salvo el cambio de un colchón" que utilizan los funcionarios para dormir durante las noches de servicio y que se sustituyó después de 20 años.

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