Salir de compras: La Libélula conquista la calle Cuna

1 y 4. Vistas del patio central del espacio, ubicado en una casa palacio de principios del siglo XX que ha sido adaptada y restaurada. 2 y 5. Un total de 70 firmas se reparten por cada rincón de La Libélula, que apuesta por marcas emergentes y consolidadas. 6. La planta superior alberga una galería de arte.
1 y 4. Vistas del patio central del espacio, ubicado en una casa palacio de principios del siglo XX que ha sido adaptada y restaurada. 2 y 5. Un total de 70 firmas se reparten por cada rincón de La Libélula, que apuesta por marcas emergentes y consolidadas. 6. La planta superior alberga una galería de arte.
Ángela Serrato

20 de marzo 2014 - 01:00

Algo está cambiando en la calle Cuna y mucho tiene que ver con el nuevo concepto de compra que propone en el número 45 La Libélula Shop &.... Un grupo de emprendedores sevillanos abría el pasado 2 de diciembre las puertas de esta casa palacio de principios del siglo XX, hoy restaurada y reconvertida en un espacio en el que moda, arte, gastronomía y tendencias se reparten sus más de mil metros cuadrados para acercar a sevillanos y turistas un formato diferente, divertido y que ya ha conquistado en este tiempo a miles de seguidores.

Una frase de sus promotores define a la perfección el concepto que defiende el espacio. En La Libélula "pasan cosas" y, por eso, ningún día es igual al anterior y redescubrir nuevas firmas, promociones, eventos o artistas con cada nueva visita forma parte de la "experiencia de consumo" -otra frase que defienden los padres de la idea- de una marca que ha nacido en Sevilla pero que planea expandirse a otras ciudades del país durante este año.

En La Libélula conviven actualmente 70 firmas diferentes de moda de hombre y mujer (Oh Sister!, Philippa o Javier Sobrino son algunos ejemplos), complementos (representados por Stella Rittwagen o Pashmina Republic, entre otros), decoración (Teresa Rabasco o Concha Núñez son algunas de las marcas que tienen en el espacio sus propuestas) y de prendas vintage y de segunda mano (Cajón Desastre y Niesomaské). La filosofía de La Libélula pasa por combinar en un mismo espacio firmas emergentes y otras altamente consolidadas -muchas elaboran colecciones exclusivas para este espacio- pero alejadas de las grandes cadenas comerciales. Conseguir que los productos que se venden tengan un toque de exclusividad -más por la dificultad de encontrarlos que por el precio- es uno de los atractivos añadidos de los que puede presumir La Libélula. Prendas infantiles y productos gourmet también tienen cabida en un espacio que cuenta incluso con una pequeña zona con barra y veladores interiores reservada a Catering Miguel Ángel y en la que se puede disfrutar de un buen café, una cerveza o una aperitivo a cualquier hora.

El arte es el otro gran pilar de La Libélula, que reserva la primera planta del edificio a una galería que actualmente expone pinturas y serigrafías de Manuel Salinas y obras de Cristóbal Donaire Barea, Balcris, un joven creador que está dando mucho que hablar. Todas las piezas están a la venta y también la visita a la galería se plantea de manera diferente en este local.

Las antigüedades encuentran también su sitio en el espacio, que la semana pasada se transformaba por completo para acoger unas jornadas gastronómicas y que hoy a las 20:00 se convertirá en el escenario de un desfile de moda de la firma Nanaidelachina. De hecho, La Libélula no sólo está abierta a la celebración de presentaciones, catas, cenas temáticas u otros eventos sino que aspira a desarrollar una agenda propia con talleres, música o showrooms.

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