Galardón

Sergio Ramírez recibe el Premio Cervantes de manos de Felipe VI

  • El escritor nicaragüense ha lucido un lazo negro en la solapa por los sucesos ocurridos durante las protestas en su país

El escritor Sergio Ramírez ha recibido este lunes de manos del rey Felipe VI el Premio Cervantes, el máximo galardón de las letras en español, en una solemne ceremonia celebrada en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid).

Ramírez ha asegurado en su discurso que "no hay nada que pueda y deba ser más libre que la escritura" y que cerrar los ojos ante la realidad de la violencia, el narcotráfico o el exilio es "traicionar el oficio".

Antes de comenzar el discurso, el escritor nicaragüense, que ha lucido un lazo negro por los sucesos en su país, ha dedicado el Premio Cervantes a la memoria de sus compatriotas que en los últimos días han sido asesinados "por salir a la calle a reclamar justicia y democracia".

El autor ha dedicado el premio también "a los miles de jóvenes que siguen luchando sin más armas que sus ideales para que Nicaragua vuelva a ser república".

En su discurso, ha señalado que no se puede ignorar la realidad de los "caudillos del narcotráfico", "el exilio permanente de miles de centroamericanos hacia la frontera de Estados Unidos impuesto por la marginación y la miseria, y el tren de la muerte que atraviesa México con su eterno silbido de bestia herida, y la violencia como la más funesta de nuestra deidades (...)".

Ramírez, que ha sostenido que la novela es una conspiración permanente contra las verdades absolutas, ha tenido recuerdos en su discurso para su país, sus abuelos y su madre, que fue la que le enseñó a leer el Quijote, y ha reiterado su admiración por Cervantes y por Rubén Darío, con quienes la lengua española hizo un viaje de "ida y vuelta".

El escritor nicaragüense ha recalcado que como novelista no puede ignorar "la anormalidad constante de las ocurrencias de la realidad" en la que vive: "Caudillos como magos de feria disfrazados de libertadores" o "caudillos del narcotráfico vestidos como reyes de baraja".

Ramírez ha sostenido que la novela debe ser una conspiración permanente contra las verdades absolutas y ha advertido de que el poder, cuando no es democrático, sólo quiere "fidelidades incondicionales". Por eso, ha dicho, los escritores deben ser más bien "testigos de cargo".

También ha explicado cómo la lengua de Cervantes hizo a Centroamérica el viaje de ida cuando en 1605 llegaron los primeros ejemplares del Quijote. Tres siglos después, Rubén Darío devolvió a la península "novedades liberadoras" de la lengua que recibió en herencia de Cervantes, "sacudiéndola del marasmo".

Una lengua que nunca ha dejado de ser cervantina, ha reconocido Ramírez, que ha señalado que el castellano se reinventa de manera constante en el siglo XXI mientras se multiplica y se expande: una lengua viva que "reclama cada vez más espacios y no entiende de muros ni fronteras".

Rubén Darío fue "quien creó nuestra identidad, no sólo en sentido literario, sino como país", ha sostenido Sergio Ramírez sobre Nicaragua, y ha considerado curioso "que una nación americana haya sido fundada por un poeta con las palabras, y no por un general a caballo con la espada al aire". Y ha recordado cómo Cervantes se convirtió en un modelo "literario y vital" para Rubén Darío y cómo el mismo encontró al Quijote a través de su madre y maestra.

El Premio Cervantes 2017 se ha descrito así como "cervantino y dariano" y ha defendido la independencia del escritor: "A través de los siglos la historia se ha escrito siempre en contra de alguien o a favor de alguien. La novela, en cambio, no toma partido, o si lo hace, arruina su cometido".

Sergio Ramírez recoge el Premio Cervantes

También ha hecho referencia en su discurso a su paso por la política cuando, tras participar en la revolución sandinista, fue vicepresidente de Nicaragua entre 1985 y 1990. "Si un día me aparté de la literatura para entrar en la vorágine de una revolución que derrocó a una dictadura, es porque seguía siendo el niño que se imagina de rodillas en el suelo de la venta presenciando la función de títeres del retablo de Maese Pedro, ansioso de coger un mandoble para ayudar a don Quijote a descabezar malvados", ha rememorado.

El escritor nicaragüense ha estado acompañado en esta ceremonia de entrega del principal galardón de las letras en español por su mujer, sus tres hijos y sus ocho nietos. Precisamente su nieta Camila ha señalado que era un día increíble para toda la familia porque de su abuelo han heredado el amor por el arte y por la belleza y siempre han vivido rodeados de escritores y poetas.

Camila ha tenido también un recuerdo para Nicaragua, una realidad a la que están muy atentos desde España a pesar de que sea "un día tan feliz para nosotros". El propio Ramírez ya acudió este domingo a una concentración en la madrileña Puerta del Sol para solidarizarse con su pueblo, que ha demostrado "tener la valentía suficiente para protestar para que le devuelvan la libertad y democracia confiscadas".

La escritora brasileña Nélida Piñón, Premio Príncipe de Asturias, ha querido acompañar también a Ramírez por ser uno de sus mejores amigos desde 1970, así como la poeta nicaragüense Gioconda Belli, la escritora Rosa Montero o la viuda de Carlos Fuentes, Silvia Lemus.

Al acto, presidido por los Reyes, han asistido también el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes y representantes de la cultura, la universidad y la política.

El director del Instituto Cervantes, Juan Manuel Bonet, y su antecesor en el cargo, Víctor García de la Concha; el director de la Real Academia, Darío Villanueva, así como la editora de Ramírez, Pilar Reyes, han sido otras de las personalidades asistentes a la ceremonia.

El ministro de Educación, Cultura y Deporte, que también ha tenido un recuerdo para la situación en Nicaragua, ha asegurado en su discurso que "el español es libertad, desde Cervantes a Sergio Ramírez". "Es una lengua que no tiene dueño, y ahí reside su fortaleza", ha añadido.

Méndez de vigo ha destacado que Sergio Ramírez es "escritor sobre todas las cosas" y ha considerado erróneo que se dijera del Premio Cervantes que haya tenido "una vida doble: "Primero político, más tarde escritor. Algo desmentido por la fuerza de los hechos".

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