Holanda 'celebra' su derrota

España, campeona del mundo

La 'oranje' ha sido recibida con un gran festejo que recuerda al histórico recibimiento de Los Beatles.

Holanda 'celebra' su derrota
Holanda 'celebra' su derrota
Thomas Burmeister (Dpa)

13 de julio 2010 - 19:59

Cientos de miles de holandeses se congregaron este martes en torno a los pintorescos canales de Ámsterdam para seguir el desfile en bote de los jugadores de su selección. La derrota ante España en la final de Sudáfrica 2010 y las críticas al duro juego de Holanda parecieron perderse en medio de una ola de entusiasmo popular.

"En Ámsterdam no había un ambiente así desde que vinieron Los Beatles, y antes de eso, sólo con Elvis Presley", dijo un comentarista de televisión. Los jugadores quedaron sorprendidos. "Es como si hubiésemos ganado", dijo Robin van Persie en medio de una fiesta marcada por ríos de banderas y de cerveza. "Y tal vez hay algo de eso". "Jamás habría esperado esto, hace realmente bien", dijo un emocionado Nigel de Jong, uno de los más criticados del equipo por su brutal patada de karate a Xavi en la final.

Gritos de ¡Viva Holanda!, estruendo de vuvuzelas y cerca de 180.000 fans cantando y bailando taparon también las penas por la tercera final mundialista perdida por Holanda, después de las de 1974 y 1978. "Siempre duele cuando uno tuvo la posibilidad de conseguir el título", admitió Arjen Robben. Sin embargo, agregó, un recibimiento como este ayuda a superarlo.

La jornada había empezado con el gobierno otorgando su máxima distinción al entrenador Bert van Marwijk y al capitán Giovanni Van Bronckhorst.Giovanni Van Bronckhorst Ambos pasaron a formar parte de la orden de caballeros de Oranje- Nassau, según se informó este martes después de que fueran recibidos por el primer ministro Jan Peter Balkenende en La Haya. El entrenador dijo haberse quedado sin palabras ante ese honor. Van Bronckhorst añadió: "Aún estamos algo decepcionados (por la derrota en la final), pero después de un tiempo podremos pensar en ello con una sonrisa".

"Por favor, no nos hagan esperar otros 32 años para una final", rogó Balkenende al equipo holandés, que no llegaba al último partido de un Mundial de fútbol desde Argentina 1978. "Hoy Holanda demuestra que estamos orgullosos de ustedes", continuó. El equipo fue recibido también en el palacio Noordeinde en La Haya por la reina Beatriz, que agradeció a los jugadores su actuación en el Mundial. Luego voló en helicóptero a Ámsterdam para realizar el desfile por los canales.

La distinción y las celebraciones contrastan con las críticas de dentro y fuera del país al duro juego mostrado por Holanda en la final, que incluso el mítico Johann Cruyff calificó de muy sucio. Van Marwijk se defendió: "Hubo algunos incidentes desafortunados. Pero desde el banco y la banda no vi que fuese tan grave". También Mark van Bommel rechazó las críticas y subrayó que los españoles recibieron varias tarjetas. "Me pareció que el árbitro estuvo extremadamente desafortunado".

El británico Howard Webb batió el récord de tarjetas amarillas en la final de un Mundial al mostrarle nueve a los holandeses (dos a John Heitinga, que fue expulsado) y cinco a los españoles. El diario NRC Handelsblad consideró que "el juego brutal es publicidad negativa" para el fútbol holandés, mientras que el periódico Volkskrant sostuvo que Holanda sufrió una "doble derrota: ningún título y una imagen dañada". "No hubo beatiful losers, sino horribles perdedores", escribió el diario Algemeen Dagblad.

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