El caso de Reyes es muy particular. Pocos futbolistas pueden presumir de tener un palmarés tan completo y desde luego puede que no haya ningún precedente de haber jugado en los cuatro finalistas europeos de un año, como le sucede ahora a Reyes. El utrerano ha defendido las camisetas de Sevilla, Real Madrid, Atlético y Benfica, por orden de antigüedad. En todos los equipos en los que estuvo ganó títulos importantes: la Liga con el Madrid, la Premier League y la Cup con el Arsenal, su primer equipo fuera de Nervión, la Copa de la Liga con el Benfica, la Liga Europa con el Atlético... Pero le falta algo.

Su máxima ilusión ahora, lógicamente, es ganar un título con el club de sus amores, al que vio levantar como colchonero la Copa del Rey de 2010 en el Camp Nou. "Cambiaría todos los títulos que he ganado en mi carrera por ganar uno con el Sevilla, es mi sueño desde pequeño", comentó el jugador a los medios del club a la vuelta de Mestalla, donde vivió una noche mágica: "Estoy feliz, es un día para disfrutar tanto para nosotros como para todo el sevillismo".

Reyes quiso poner el acento en cómo ha crecido el Sevilla desde sus inicios dubitativos, en un año que debía ser de transición. "Hay que recordar de dónde venimos. Al inicio de la temporada empezamos los últimos, la cosa estaba complicada, eran muchos jugadores nuevos y nos faltaba mucho por crecer. Pero en el equipo teníamos confianza en nosotros mismos y sabíamos que podíamos hacer cosas", enfatizó.