Soñar desde la defensa

Los triunfos de la segunda vuelta llegaron desde la intensidad atrás

Bamforth avanza ante el jugador del Iberostar Jaime Heras.
Bamforth avanza ante el jugador del Iberostar Jaime Heras.
Pablo Salvago Sevilla

06 de mayo 2014 - 05:02

Las cuentas están claras. Ganando al Joventut, el Cajasol estará en los play off, ya que la otra parte de la ecuación, que implica al menos una derrota del Gipuzkoa en las cuatro jornadas que restan, se da por hecho porque es improbable que los donostiarras, que acaban de perder a Charles Ramsdell para lo que resta de curso por romperse la plastia del cruzado anterior realizada el año pasado, hagan pleno teniéndose que enfrentar con Baskonia, Gran Canaria, Real Madrid y Estudiantes.

Ganar al Joventut es la clave, pero no es una obsesión porque en el conjunto cajista se cree que el trabajo puede hacerse incluso antes. Esta semana, pase lo que pase, no podría ser matemático, pero sí que se puede dar un paso decisivo en caso de ganar en Santiago a un Obradoiro irregular que ya no se juega nada en el campeonato más que subir algún puesto en la clasificación. El Multiusos Fontes do Sar no es el fortín de otros años y la afición gallega ya ha visto cómo volaban de allí nueve triunfos en lo que va de temporada. De hecho, los de Moncho Fernández ganaron con sufrimiento su último compromiso en casa ante el Valladolid (84-83), rompiendo una racha de tres derrotas consecutivas ante el Real Madrid, el Fuenlabrada y el Gipuzkoa que coincidió con la marcha de Mike Muscala, su mejor jugador, a los Hawks.

Como viene ocurriendo durante toda la campaña, más que el rival a Aíto García Reneses le preocupa el nivel de los suyos. Que defiendan al máximo nivel será fundamental, ya que en la segunda parte del campeonato la intensidad atrás ha sido la clave en los triunfos, ocho en total. En todos ellos, el máximo de puntos encajado fue de 79 en la victoria cosechada en Miribilla frente al Bilbao, aunque sólo en otras dos ocasiones recibió más de 70 puntos (75 en Fuenlabrada y 72 en Manresa). En tres ocasiones el cuadro cajista dejó en 60 o menos puntos a su rival (en 59 al Gipuzkoa y al CAI y 60 al Gran Canaria), mientras que dejó a otros dos en menos de 70 puntos ( 67 el Iberostar y en 68 al Valladolid). Por contra, en las derrotas el plantel hispalense siempre recibió más de 80 puntos, una cifra lejos de la media que lleva en la presente temporada el Obradoiro, que anota un promedio de 74,3 puntos por encuentro. Las matemáticas no sirven en el deporte, pero sí que muestran una dinámica en la que defender es clave.

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