Un adiós con mucha retranca

Ollero se deshace en elogios a Plaza por su trayectoria en Sevilla y el técnico corresponde con una sentida despedida, pero se va al Zalgiris horas después de decir que no tenía nada.

Plaza, serio, escucha las preguntas de los periodistas con Ollero al lado.
Plaza, serio, escucha las preguntas de los periodistas con Ollero al lado.
Juan De La Huerga / Sevilla

10 de julio 2012 - 05:02

El baloncesto es un juego. Y un negocio. Con dinero por medio, cada uno juega sus bazas. En esta partida de póquer planteada desde que concluyó la temporada en mayo y se llegó al pasado fin de semana aún no se sabe quién ganará, pero sí hay indicios evidentes del que echó varios faroles que seguramente le hayan salido bien.

Total, este lunes se despidió Joan Plaza como entrenador del Cajasol después de tres temporadas. Ésa es la noticia objetiva. Las interpretaciones son libres en función de los datos de que disponga cada uno. A mediados de la pasada semana estaba todo arreglado después de días y días de tensión, de amagar para no dar y de filtraciones aviesas sobre el interés de otros equipos, para que el badalonés renovara una campaña más bajo la responsabilidad principal de Juan Carlos Ollero, presidente de la entidad que no sólo ha tenido una relación cordial con el entrenador, sino que confiaba en él para que continuara en el proyecto por asegurar un buen rendimiento de la plantilla.

En realidad no estaba todo atado, sino apalabrado. Después de mejorarle la primera oferta, en San Pablo sólo esperaban el documento con la firma de Plaza para anunciar que cumpliría aquí su cuarto año. Pero no llegó. El pasado sábado, Ollero y Juan Llaneza, director deportivo cajista, estuvieron en San Pablo hasta el mediodía tratando de desenredar una nueva madeja que se había enmarañado el viernes, cuando horas antes se habían puesto de acuerdo las partes. Los apoderados de Plaza jugaban con dos barajas y hasta ahí nada que decir, pues forma parte del negocio, aunque sentó mal en Sevilla que después de subirle la propuesta y llegar a un pacto verbal, no se recibiera en el fax de las oficinas el contrato con la rúbrica, sino que además exigieran un nuevo esfuerzo o en caso contrario se rompían las negociaciones. Ahí se plantó el Cajasol. Aquí paz y después gloria. No estaban dispuestos en la entidad sevillana a hacer un intento más de retener al técnico cuando el dinero, ahora menos que antes, da para lo que da.

Aun así, no había problema y Ollero deseaba una despedida tranquila, elegante, sin aspavientos ni malas palabras. De hecho, el presidente cajista inició este lunes la rueda de prensa haciendo un fervoroso panegírico del trienio de Plaza en Sevilla. Y seguro que le salió del alma porque, como ya se ha dicho, ha sido su gran avalista.

"En las últimas semanas hemos mantenido conversaciones con sus representantes (de Plaza) para procurar su renovación. Ha sido nuestro primer y único candidato y estamos convencidos de haber hecho todo lo posible para conseguir que el Cajasol y la carrera profesional de Plaza mantuvieran su coincidencia más tiempo. Joan no es un entrenador corriente, sino de mucho prestigio, con una carrera profesional impecable, acrecentada en estos tres años en el Cajasol. Ha contribuido al progreso de este club, por lo que sentimos su marcha. Con sentimiento, pero con el máximo respeto a la libre decisión de planificar su propia carrera, nos vemos obligados a despedirnos de él. Le deseo los mayores éxitos". Es un extracto largo del discurso inicial de Ollero, al que siguió la intervención del badalonés, resumiendo de forma pormenorizada los valores que se quedan en el club tras su marcha y los éxitos en cuanto a resultados.

"En la selección de jugadores ha primado el equipo y no las estrellas", "me proponía aumentar la ambición del equipo y la autoestima de la gente del club", "hemos ganado a todos los rivales al menos una vez, salvo el Unics Kazan", "establecimos una línea de trabajo para que todos se comprometieran y esto no fuera un lugar de paso", "hubo coherencia en el trabajo acabando las temporadas con el mismo grupo", "jugamos una final europea, fuimos la cuarta mejor defensa europea, llegamos a ser cuartos en la ACB este año, semifinalistas de la Copa del Rey", "Sevilla se ha vuelto un producto no sólo sólido en la fiabilidad salarial, sino en la manera de trabajar"... Dejó Plaza un sinfín de frases sobre el legado que deja en el club y muchas de ellas son completamente certeras.

El técnico garantizó que no abandonaba el barco, el proyecto, por cuestiones pecuniarias, sino por "un cúmulo de circunstancias". "No ha sido una cuestión técnica ni que el club no haya batallado por mí. Es la primera decisión que tomo en mi vida sin saber qué va a pasar mañana. Prefiero hacerlo así, el cuerpo me lo ha pedido. Decidí en un paseo por la playa hace tres noches que tenía que cerrar esta etapa. Creo en las señales, en los gestos, y hay algo que me decía que no debía seguir. El tiempo dirá si me he equivocado o no. No hay ninguna animadversión ni cuestión oculta. Puede ser que me quede sin trabajo. Esta situación es nueva para mí porque puedo decir que, hasta hoy, desde 1977, no he estado un año sin trabajar".

Este periódico estaba al tanto desde este lunes por la mañana por fuentes lituanas de que el acuerdo con el Zalgiris no sólo era total, sino que sí estaba ya firmado. De hecho, por la noche se oficializó la incorporación de Plaza al cuerpo técnico del club báltico, cuyo presidente, Vladimir Romanov, se reunió con el ya ex preparador cajista para cerrar los últimos flecos. Unas horas después de la rueda de prensa en las oficinas de San Pablo, el catalán sí que comentó que las posturas con el Zalgiris se habían acercado y que era más que posible su fichaje.

Acerca de a quién recomendaría para ser su sucesor, el badalonés dio un impulso a la opción de Ocampo, comentando que "los giros de rumbos radicales no son buenos; confío en la gente que conozco muy de cerca y a partir de ahí, haced la composición vosotros mismos". Ollero, preguntado al respecto, dijo que "no lo haremos rápidamente sino reflexionando todo el tiempo que sea necesario. La decisión no se tomará mañana ni pasado".

Plaza hizo otro guiño a su travesía hispalense diciendo que "salgo de este club sabiéndome mejor entrenador, mejor tipo, mejor persona porque la gente me ha enseñado otra forma de ver las cosas desde el otro lado del espejo. Me voy mucho más rico y entero".

Todo ocurrió, este adiós con retranca, a las dos de la tarde. A las once de la noche, hora española, se oficializó su fichaje por el Zalgiris.

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