El nuevo base está de camino

El Betis Energía Plus no ha querido demorar más tiempo la contratación de un director de juego que rellene el vacío dejado por los dos bases recién cortados -Draper y McGrath- y se ha lanzado por Askia Booker. El nuevo uno bético, a falta aún de la confirmación oficial del club verdiblanco, cumplirá en agosto 25 años, procede del equipo de la G-League (la antigua D-League, competición de desarrollo en Estados Unidos) y firmará hasta el final de la temporada, aunque todavía deba superar las rutinarias pruebas médicas.

Quienes conocen de cerca a Booker lo definen como un base típicamente estadounidense: rápido, con buenas piernas, asistente y anotador. El base, cuya versatilidad también le permite jugar como escolta, ha promediado en los 17 últimos partidos que ha disputado en Delaware -una suerte de filial de los Philadelphia 76ers- 14,5 puntos, 6,3 asistencias y más de tres rebotes por partido, cuya media de participación en los choques ha sido de 33 minutos.

Nacido en Los Ángeles, Booker (1,85 m. y 77 kilos) sale hoy desde Estados Unidos en dirección a Sevilla, cuyo aterrizaje está previsto para mañana. Luego deberá pasar los pertinentes reconocimientos físicos para proceder a continuación a estampar su firma en el contrato que lo vincule a la entidad bética con el firme propósito de ayudar al equipo a conservar la categoría en la élite del baloncesto español. En cambio, no niega su entorno, como sucede de modo habitual en los jugadores que recalan en Sevilla, que su propósito a medio plazo es jugar en un equipo europeo con más vuelo que el Betis Energía Plus. Para ello, como insisten en su círculo más cercano, habrá de ganarse los galones en San Pablo a base de trabajo y compromiso, hacerlo óptimamente y, después, aspirar a poder ser miembro de un club Euroliga.

El jugador ha mantenido una línea ascendente en las dos últimas temporadas en la G-League, aunque su única experiencia en Europa haya sido de dos meses en el Arkadikos de la ciudad griega de Trípoli. Solamente dos encuentros disputó Booker en el club heleno antes de ser cortado, hecho que se produjo en la temporada 15-16. Posteriormente, el base participó en la liga de verano de la NBA en Las Vegas con los Phoenix Suns, para continuar luego en su ascendente carrera profesional en la liga de desarrollo estadounidense.

El padre de Booker es suizo, con lo que, de seguir en Europa, la idea del jugador es poseer la doble nacionalidad y así no ocupar plaza de extracomunitario. No podrá aprovecharse el equipo bético de tal circunstancia, pues sus futuras credenciales con sello helvético se encuentran aún en una temprana fase de tramitación. De haber contado Booker con el doble pasaporte, la entidad verdiblanca habría visto más expedito el camino para contratar a un escolta tirador, próximo objetivo en la planta noble de San Pablo, quien podría haber llegado en calidad de extracomunitario.

En esa búsqueda de exteriores con puntos en las manos que alivie la responsabilidad de Blake Schilb y Ryan Kelly, el Betis también ha sondeado la opción de Quincy Douby, un dos estadounidense que en el UCAM Murcia, en la 11-12, promedió 13 puntos en nueve partidos.