La historia, dicen, es cíclica. Con cambios, claro, los hechos se repiten a lo largo de la vida y en el caso del baloncesto también ocurre. Eso es lo que espera Txemi Urtasun, que se entrena a las órdenes de Óscar Quintana estos días con un doble objetivo: no perder el ritmo por si el teléfono suena reclamando sus servicios e intentar convencer al técnico cántabro y volver a jugar en el equipo sevillano.

Tras el fichaje de Askia Booker la idea en el club es reforzar la línea exterior y la plantilla con otro jugador, después de cortar a Draper y McGrath. Con tres bases en cartera (el mencionado Booker, Franch y Mikel Úriz, además de la opción puntual que da Nelson), se busca un jugador que ayude en defensa y que pueda dar buenos minutos en pista mientras Nelson o Schilb toman aire en el banquillo. Y ahí está Txemi Urtasun, cajista en la 2010-2011 y 2012-2013, que tras algo menos de dos meses en Zaragoza (mientras Gary Neal estaba lesionado) está sin equipo y se acerca al perfil deseado: un jugador con experiencia y hambre, que conozca la liga y con cierta capacidad anotadora cuando esté en pista.

Txemi, camino de los 34 años el mes que viene, ya fue fichado por Antonio Alonso, actual director deportivo bético, en su etapa en el Gipuzkoa (en la 2015-2016) y espera emular a su hermano gemelo Álex, que en la 2013-2014 recaló al final de la campaña en Sevilla tras pasar precisamente por el cuadro maño también como temporero. Ese curso Álex estuvo también ayudando a los entrenamientos durante un tiempo al equipo que entonces dirigía Aíto García Reneses, que tiró de él al conocerlo ya cuando se dio la posibilidad de apuntalar el plantel en la recta final de la temporada.

Apenas dos partidos ha disputado este ejercicio Txemi, promediando apenas tres puntos en 14 minutos ante el Estudiantes y el Valencia. En aquella 2013-2014 Álex, tras pasar por el Planasa Navarra de la LEB Oro, disputó siete encuentros con el entonces CAI desde la jornada 11 a la 17. En la jornada 27 debutó con el Cajasol en Vitoria y poco a poco fue adquiriendo más responsabilidad. Como su hermano, repitió una segunda temporada en el club. Ahora Txemi quiere, como hizo Álex, ganarse un sitio en Sevilla.