La peor defensa en dos décadas

Betis Energía Plus

El equipo bético es el que más puntos ha recibido (2.987) en 33 partidos desde la temporada 97-98

El pívot del Betis Energía Plus Oderah Anosike pelea la posesión del balón.
El pívot del Betis Energía Plus Oderah Anosike pelea la posesión del balón. / F. Ruso / Acb Photo
Miguel Lasida

18 de mayo 2018 - 02:39

Sevilla/Con todos los preparativos en marcha para el comienzo de la temporada 17-18, pasada la recurrente zozobra de los últimos veranos en la casa sevillana del baloncesto, el presidente del Betis Energía Plus, Fernando Moral, dejó varias frases para el recuerdo. Una de ellas fue pronunciada en el turno de la presentación de los pívots de la plantilla. Fue su deseo para una campaña que este fin de semana sobrepasa su penúltimo escalón: "Mi mayor ilusión es ver lleno el pabellón y que la gente difrute con el baloncesto".

Ni una cosa ni la otra. El Palacio de los Deportes de San Pablo no sólo no ha recibido la afluencia de público prevista, sino que ha presenciado una de los ejercicios más sonrojantes que se recuerdan en el parqué de la avenida de Kansas City. No en vano, el equipo bético es el que más puntos ha recibido después de los 33 partidos disputados de los últimos años en la ACB. Con 2.987 tantos encajados -con una friolera de promedio de 90,5 por partido-, no ha habido una plantilla desde la temporada 97-98 que haya sido peor en ese aspecto.

Este triste honor ha supuesto superar a equipos del pasado que vagaron en la ACB con más pena que gloria: ni los 2.983 puntos encajados por el Valladolid en la 13-14 ni los 2.908 del Girona de la 04-05 ni los 2.882 del Girona de nuevo en la 97-98 empeoraron los cerca de 3.000 puntos que los verdiblancos han visto perforar en la campaña que a punto está de finalizar.

La debilidad en defensa del equipo bético quedó demostrada desde el primer minuto en que los jugadores tomaron parte de la competición. Y no puede decirse que no fue avisado, pues durante aquellas presentaciones de pretemporada no dejaba de vocearse un supuesto estilo de juego alegre y que diera espectáculo. Es dable interpretar, meses después, que sólo era una venda con la que taponar la sangría por venir: si la plantilla no defiende, qué mejor que explicarle al aficionado que, al menos, será alegre.

De alegrías apenas se ha tenido constancia. Las palizas sufridas desde el inicio no hicieron sino hundir los ánimos de unos jugadores béticos cuyas cualidades no estaban precisamente en el capítulo defensivo.

La confección de la plantilla primigenia, que ha sufrido puntuales remiendos durante la campaña hasta llegar nada menos que a los 19 efectivos, correspondió a Moral y al entonces entrenador, Alejandro Martínez. El segundo salió del equipo por decisión del primero tras encajar una racha de seis derrota consecutivas. El presidente ya escuchó voces en San Pablo que pedían su dimisión. El club con sede en Heliópolis tendrá la última palabra.

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