Soy diabético y juego en el Madrid

la consulta del especialista

Disciplina. Nacho es un claro ejemplo de que una enfermedad crónica no es el principio del fin de nada. Es cuestión de ser riguroso en los hábitos y estar bien asesorado por profesionales.

El jugador del Real Madrid, Nacho.
El jugador del Real Madrid, Nacho. / EFE
Antonio Ríos

05 de marzo 2017 - 02:00

SI escribo que José Ignacio Fernández Iglesias (Alcalá de Henares 1990) es diabético, todo el que lea esto se encogerá de hombros sin reconocer a la persona en cuestión. En cambio, si digo Nacho, el defensa que luce el número 6 de la camiseta del primer equipo del Real Madrid, la cosa cambia. Esta semana ha salido a la palestra al desvelar en una entrevista que, a punto estuvo de dejar el fútbol debido a una diabetes diagnosticada a los 12 años. Nada más lejos de la realidad. Asesorado por su endocrino, Nacho reconoce que es una persona que se cuida mucho en sus comidas y hábitos, tanto de alimentación como en el descanso, mucho más que cualquiera de sus compañeros, sin embargo, eso le permite rendir al máximo nivel, como es el fútbol profesional en el mejor equipo del mundo, sin tener un mayor número de lesiones que sus compañeros ni sufriendo altibajos o descompensaciones debido a subida o bajada de azúcar.

Nacho es un ejemplo para todas aquellas personas para las que, una enfermedad crónica no es el principio del fin de nada. Es cuestión de ser disciplinado, riguroso en los hábitos y estar bien asesorado por los especialistas oportunos.

Cuidando las comidas y el descanso, puede rendir al máximo nivel como sus compañeros

La diabetes es, probablemente, la única enfermedad en la que hay una relación muy clara entre el tipo de nutrición y alimentación, la medicación que el paciente tiene prescrita (ya sea insulina o tipo 1 o antidiabéticos orales, la tipo 2), y el ejercicio que se le ha recomendado. Si conocemos el efecto que sobre el paciente tiene cada uno de ellos, seremos capaces de conseguir un nivel de azúcar en sangre adecuado, pudiendo variarlo en función de modificar alguno de los parámetros antes citados.

¿Qué ejercicio se recomienda?

Todo va a depender de las características del deportista y del tipo de diabetes que presenta. Hay dos tipos de diabetes, la diabetes tipo 1, también llamada diabetes insulino depediente, que la que precisa tratamiento y ajuste del azúcar mediante insulina inyectada. Suele ser en gente joven, y delgada, que a pesar de que comen importanres cantidades de alimento, no ganan peso sino todo lo contrario, lo pierden; el otro tipo de diabetes es la tipo 2 o no insulino dependiente. Es más propia de gente de mayor edad y asociada a otros condicionantes como el sobrepeso. El paciente es posible que la controle mediante dieta y ejercicio para disminuir el peso así como antidiabéticos orales que se toman varias veces al día. En el caso de que con todas estas medidas, las glucemias no se controlen de forma satisfactoria, el paciente pasa a estar tratado con insulina o, en ocasiones, con insulina y pastillas de forma conjunta. Cuando el ejercicio que vamos a realizar se presupone que va a ser intenso, recomendamos una ingesta de hidratos de carbono (pan, fruta, pasta, galletas…) que deberá ser ingerida al menos 3 horas antes del comienzo de la misma. Si dicha actividad es de larga duración como una caminata o un partido, es muy importante administrar líquidos cada 60 minutos durante el ejercicio que tengan contenido en glucosa, fructosa o sacarosa, como cualquier bebida isotónica. El objeto es esta medida es la rápida reposición de líquidos, electrolitos como el postasio, y azúcares que son consumidos durante la actividad deportiva.

En general, los deporte más adecuados para el diabético son los aeróbicos como el caminar, ciclismo o la natación. Si bien, una diabetes bien controlada no es contraindicación para la realizar cualquier actividad deportiva.

Sin embargo, hay deportes que están contraindicacados en este tipo de pacientes: son todos aquellos en los que una eventual bajada de azúcar ponga en peligro la vida de la persona. Entre otros encontramos la pesca submarina, motocross o paracaidismo. En todas ellas, un desmayo originado por el descenso de azúcar en sangre puede tener consecuencias fatales. Tampoco se recomiendan deportes de contacto repetido como el boxeo o las artes marciales debido a la posibilidad de tener una lesión vascular o una herida, o una contusión en el sitio de la punción.

Hay recomendaciones que tenemos que seguir a la hora de inyectarnos insulina. Esta se debe inyectar en sitios alejados de las zonas susceptibles de recibir un golpe. En el caso de los jugadores de fútbol, debemos evitar el pinchazo en los muslos. EL motivo es que un golpe que se reciba en una zona donde hemos administrado la insulina, provoca un aumento de la vascularización en la zona que lo ha recibido, y se va a formar un hematoma. Ese aumento de riego vascular va a provocar la absorción más rápida de la insulina administrada, lo que, sin duda, llevará a la hipoglucemia. También es importante que los deportistas con diabetes tengan a mano caramelos o azucarillos para tomar en algún momento de crisis de hipoglucemia, la cual se resolverá sin mayores problemas.

Es importante no realizar ninguna actividad deportiva hasta que la dosis de insulina esté ajustada así como el nivel de azúcar en sangre. Se debe realizar un estudio detallado desde el punto de vista metabólico antes de poder hacer una actividad físicamente exigente. Más difíciles de prevenir son las SUBIDAS de azúcar en sangre (hiperglucemias).

Para niños y adolescentes

-Ajustar los horarios del pinchazo para comprobar el nivel de azúcar en sangre. Es importante realizar cambios de hora dependiendo de la hora en la que esté previsto el ejericicio.

-Importante el lugar de punción dependiendo del deporte. Evitar los músculos implicados en la práctica deportiva como los muslos en los jugadores de fútbol.

-Alimentación adecuada. Es reocmendable una dosis extra de hidratos de carbono antes y después del ejercicio, como por ejemplo, un pequeño bocadillo extra.

-Es importante tener pastillas de glucosa y agua a mano mientras se realiza la actividad deportiva. Si el nivel de azúca en sangre desciende, se puede resolver de una manera rápida y eficaz.

-Tener una mochila o una bolsa preparada con los medicamentos que se están tomando, números de emergencia sanitaria, máquina para realizar la prueba de azúcar de forma inmediata. Es importante tener un plan de control de la diabetes si el niño v de campamento fuera de casa.

-Comentar el caso a los entrenadores, educadores o profesores de educación física para que estén alerta ante posibles complicaciones. Que observen al niño y que dosifiquen el esfuerzo, así como evitar conductas de riesgo como los choques o los deportes de contacto.

-Tomar control. Es muy importante que el niño tome control de su enfermedad y de su medicación y aprenda el manejo de la medicación así como las medidas higiénico-dietéticas que ello conlleva.

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