La obra ya está esculpida (58-68)

Herbalife Gran Canaria - Cajasol · la crónica

El Cajasol empequeñece al Gran Canaria con una defensa atosigante que le da la cuarta victoria seguida, ésta aún de más mérito, antes de recibir al líder Madrid.

La obra ya está esculpida (58-68)
La obra ya está esculpida (58-68)
Borja Rosa

24 de noviembre 2013 - 16:05

De las críticas más aceradas -desde aquí los primeros en lanzarlas- a las loas infinitas en 42 días, el tiempo que va del 13 de octubre, cuando el equipo debutó en San Sebastián, al 24 de noviembre, fecha en la que se ganó el aplauso con merecimiento en una cancha incómoda y sabia como es el Centro Insular de Deportes. La obra ya está esculpida, aunque quede mucho trabajo por delante, empezando por el psicológico y terminando por el afinamiento de las muñecas del perímetro. El Cajasol, con un proyecto tan arriesgado que daba miedo decir la media de edad, se ha convertido en la sorpresa de la presente temporada, incluso habiendo perdido en las tres primeras jornadas. Es hoy un bloque rocoso, con una defensa que lo ha conducido a los altares de la ACB con un promedio una pizca superior a los 60 puntos (61,5) en los cuatro últimos encuentros, en sus implacables triunfos contra adversarios de mucho peso o, en el caso del Fuenlabrada, con tradición victoriosa en San Pablo.

Profanó ayer el feudo del Herbalife Gran Canaria, hazaña a la que pocos quizás aspiren esta campaña, salvo los grandes, como el Real Madrid el anterior domingo, y este Cajasol que tiene a la Liga al completo con la boca y los ojos abiertos de par en par. Los jugadores vienen avanzando a lo largo de estas semanas que se han empapado de la filosofía de Aíto García Reneses, el hombre que obró muchas gestas en el baloncesto español, tanto con planteles de alto copete como en el Barcelona como con chavales de muchísima proyección en Badalona -también en el Palau forjó a posteriores leyendas como Pau Gasol y Navarro-. Había que creer en él, en el magisterio del mejor entrenador que ha dado este país, y después del irregular rendimiento en su año de debut ha llegado el momento de la confirmación, pese a que esto acaba de comenzar.

Quien avisa no es traidor, debió pensar Pedro Martínez durante el partido. El técnico catalán se pasó la semana advirtiendo del peligro de este Cajasol con poco nombre y mucha brega. Y eso fue precisamente lo que aconteció en el CID, recinto que se despide de la ACB para los sevillanos con un sonoro triunfo. Los zagales de Aíto han encontrado la felicidad en la defensa y el rebote. A la espera de que el tiro de fuera halle la regularidad precisa, lucha atrás y todos al aro a por las segundas o terceras opciones. Y si el juego interior había generado dudas, muchos puntos por dentro, con Willy Hernangómez ejecutando su mejor choque como cajista para servir de fiel escudero al impresionante Latavious Williams, que se desayunó a los dos letales cuatroslocales, Nacho Martín y Eulis Báez.

Franch partió como titular en lugar de Bamforth o Sastre y el base estuvo activo con un par de canastas consecutivas tempraneras. También entonces, en el arranque, Nacho Martín tomó un protagonismo que le duró apenas un rato. Hernangómez pronto sentó a Porzingis y halló un filón Aíto con el madrileño como pareja de Williams. Al poste bajo logró el joven una primera ventaja jugosa (9-16). Martínez paró el duelo para ordenar a sus hombres, que recortaron algo la distancia, aunque la superioridad clara en el rebote de los visitantes en el primer cuarto (4-11) valió para terminar 15-18. Era vital aplacar a los grancanarios de inicio y lo logró el Cajasol, que atosigaba con su defensa a los locales, cada vez más temerosos a la hora de acercarse a los dominios de los sevillanos bajo el aro, dada la tremenda envergadura de los pívots visitantes.

Un triple de Bamforth y una canasta de Satoransky mantuvieron por detrás a los isleños, que se movían a rachas y no paraban de perder balones dada la intensidad y energía exhibidas por los cajistas. A punto estuvo el Herbalife de empatar o superar a los hispalenses, pero mandaba al traste cualquier ocasión para que así sucediera. Williams cerró el segundo acto con una canasta y el Cajasol volvía a cumplir otro pequeño reto: no sólo llegar al descanso compitiendo, sino por delante (29-33).

Como pasó frente al CAI un domingo antes, el Cajasol deja lo mejor para el postre, para los estertores del encuentro. Bellas calzó un triple nada más reanudarse el duelo, pero Williams y dos mates seguidos de Balvin -de nuevo la aportación crucial de los interiores- volvieron a empequeñecer a los grancanarios (32-39). Newley quiso sacar de la agonía a los suyos, pero él solito no pudo frente a la telaraña defensiva urdida por los sevillanos, que variaba la retaguardia entre individual y zonal. Un triple sobre la bocina desde su campo de Franch dio la puntilla anímica a los insulares antes de concluir el tercer periodo: 44-49.

Además, en esta tesitura ya sí se siente cómodo, como pez en el agua, el Cajasol. Encara la presión con una serenidad inexplicable. Sastre y Williams colocaron la máxima (44-53), que el yanqui elevó a 11 (48-59), luego Hernangómez a 13 (48-61) y el cuatro de Starkville a 15 (48-63). El cuarto triunfo seguido estaba atado y esta semana hay que celebrarlo mientras el equipo se viste de gala para recibir al líder Real Madrid, el coco de la Liga.

Ficha Técnica:

58. Herbalife Gran Canaria (15+14+15+14): Bellas (6), O'Leary (4), Newley (13), Martín (8) y Báez (7) -cinco inicial-, Oliver (6), Rey (8), Beirán (2), Hansbrough y Tavares (4).

68. Cajasol (18+15+16+19): Satoransky (10), Mata, Franch (9), Porzingis (2), Williams (17) -cinco inicial- Burjanadze (2), Bamforth (10), Balvin (4), Hernangómez (10), Radicevic y Sastre (4).

Árbitros: García González, García Ortiz y Cardús. Sin eliminados.

Incidencias: Encuentro disputado en el Cetro Insular de Deportes de Gran Canaria ante unos 4.252 espectadores. El Gran Canaria homenajeó al exdirectivo de la entidad amarilla Juan Auyanet.

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