No puede hacer declaraciones, pero la alegría se le nota en la cara. El árbitro alemán Herbert Fandel dirigirá el España-Italia, hasta ahora el más importante de su carrera, en los cuartos de final de la Eurocopa 2008.

"El solo hecho de estar en una Eurocopa es un gran honor", dijo antes del inicio del certamen este músico oriundo de Kyllburg. Antes de dejar el búnker de los árbitros en Regensdorf, cerca de Zúrich, y dirigirse hacia Viena, dijo a la prensa: "Pido que me comprendan, no puedo hablar". La UEFA no permite a los árbitros hacer declaraciones fuera de las conferencias de prensa programadas. Y Fandel cumple la regla.

El España-Italia es un premio para el colegiado de 44 años por sus dos excelentes arbitrajes previos, el Portugal-Turquía (2-0) y el Holanda-Francia (4-1). En ambos casos Fandel tuvo como asistentes a sus compatriotas Carsten Kadach y Volker Wezel.

Director de una escuela de música en Kyllburg, Fandel llega al partido más importante de su carrera en excelente forma. "Hay que prepararse bien. Y es importante contar con líneas homogéneas", argumentó en relación a la conformación de los 12 equipos arbitrales, que a esta altura del certamen ya quedaron reducidos a sólo ocho.

Ya quedó muy atrás para Fandel la decepción de no haber sido nominado para arbitrar el Mundial de Alemania 2006, ya que el experimentado Markus Merk se quedó con la única plaza arbitral para el país anfitrión. Su presencia en las finales de la Copa de la UEFA 2006 y de la Champions League 2007 paliaron en gran parte esa frustración.

Sus opciones de dirigir la final de la Eurocopa 2008 se han visto reducidas por la clasificación de la selección de Alemania a semifinales, pero él siempre ha subrayado que quiere el éxito del conjunto de Joachim Low aunque vaya en detrimento de sus intereses como árbitro. "Yo soy hincha de este equipo", señaló este profesor de piano padre de dos hijos.