"Si no abro la boca, no me conocen"

Ana Ruiz, actriz

La intérprete de 'Camera Café' recibió ayer en Triana, su barrio sevillano, el reconocimiento como Trianera del Año · Un encuentro idóneo para conocer un poco más de esta mujer alegre y vitalista

Ana Ruiz en 'Camera café'.
Ana Ruiz en 'Camera café'.
Ricardo Castillejo

22 de julio 2009 - 01:00

Acaba de comenzar a rodar la quinta temporada de la serie Cámera café, a cuyo elenco pertenece desde el comienzo de la emisión, y pronto se incorporará al de Amar en tiempos revueltos para una pequeña colaboración que la llena de ilusión. Terminado el relevo que realizó de Carmen Morales, hija de Rocío Dúrcal, en la obra La importancia de llamarse Ernesto, la sevillana Ana Ruiz está concienciada de que, este verano, se queda sin vacaciones. No obstante, lejos de entristecerse, la que ayer por la noche fera nombrada "Trianera del Año" en su barrio, se alegra de que sigan contando con ella dentro de una profesión que, aparte, es una de sus grandes pasiones en la vida.

-Lleva ocho años en Madrid y regresa a su ciudad como triunfadora. ¿Le costó adaptarse a la capital?

-Bueno, muchos amigos míos se tuvieron que volver rápido pero no fue mi caso. Este período se me ha pasado volando y, la verdad, me acoplé bien. Suelo adaptarme a los sitios y a las circunstancias. Eso sí, echo de menos a mis padres, mis hermanas, mis sobrinos… A mi gente, en una palabra aunque, una vez al mes por lo menos, intento bajar a Sevilla.

-Lo mismo aparece en televisión, que en teatro o cine. Igual se atreve con el drama, que con la comedia… ¿Con qué se queda?

-Con todo. Lo bonito de esta profesión es poder hacer cosas distintas y, aunque el escenario es lo que más me gusta, la televisión, por ejemplo, también me interesa mucho.

-¿Aunque sea, por todo lo que la popularidad conlleva, un arma de doble filo?

-No vivo eso. Si no abro la boca, nadie me conoce. Me delata la voz. De un tiempo a esta parte he notado más, cuando voy por la calle, otras reacciones pero es una consecuencia de esto a lo que me dedico.

-Entonces, este verano… ¿sin planes concretos?

-No me tocan vacaciones, a pesar de que un poco de playa no me hubiera venido mal (risas).

-¿A dónde suele ir si se le presenta la oportunidad?

-A Portugal. A la zona del Algarbe, de hecho. No es lo mismo que Chipiona (risas). Puedes disfrutar más el anonimato.

-Tengo entendido que ya ha cumplido los 30… ¿Hubo crisis al dejar los 20 atrás?

-La verdad es que, desde los 29, lo veía venir. Te marca un poco porque esto sigue y luego tocarán los 40, los 50… ¡Y que lleguen! Me considero una persona bastante vital. Con lo sencillo me va bien y espero no cambiar nunca.

-¿Le sonríe tanto la suerte en lo personal como en lo laboral?

-Sí. No me puedo quejar. A veces incluso me da un poco de miedo. Llevo desde los 19 en activo y, aunque se pierdan seres queridos que se van, soy muy feliz. Tengo muchos campos abiertos y me considero afortunada. ¡Nací con estrella! (risas). Me encanta la gente, la vida, vivir… Y, conforme pasa el tiempo, más aún. Gozo igual con leer un libro que con estar esperando en un semáforo. Si piensas en algo bueno, recibes eso mismo.

-Deduzco que no debe ser muy difícil la convivencia a su lado, ¿verdad?

-Soy compleja, que no complicada. Tengo muchos cajoncitos -tal vez demasiados- pero no es complicado abrirlos. Creo que se me puede soportar con facilidad. Ahora bien, al que esté a mi lado… ¡lo vuelvo loco! ¡Tengo muchísima energía! (risas).

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