La decimonovena legislatura del Parlamento alemán arrancó ayer marcada por la irrupción de la ultraderecha y el nombramiento del ex ministro Wolfgang Schäuble como su presidente, mientras conservadores, liberales y verdes trataban de formar Gobierno en negociaciones paralelas. La sesión constitutiva del nuevo Legislativo, fruto de los fraccionados resultados del 24 de septiembre, evidenció el abismo que separa a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) del resto de formaciones, con los primeros llamamientos al debate democrático dentro del respeto a las reglas de juego. La sesión sirvió para elegir como presidente de la Cámara Baja al que ha sido ministro de Finanzas durante los últimos ocho años y su parlamentario más experimentado. "Me alegro de esta nueva tarea. En el Parlamento late el corazón de la democracia", aseguró Schäuble, quien en la imagen es felicitado por Merkel.