Las nieblas de Avalón y la luz del Clasicismo

Andrés Moreno Mengíbar

31 de enero 2008 - 05:00

Fundado en Londres hace cinco años y formado por jóvenes músicos que en tres de los casos proceden de la Orquesta Joven de Andalucía, el Cuarteto Avalonia ofreció un ameno e interesante programa centrado en torno al Clasicismo, con esa tríada fundamental en la literatura cuartetística constituída por Mozart, Boccherini y Haydn.

El grupo mostró a todo lo largo de la noche, pero con mayor intensidad en la primera parte, un sonido áspero que a veces se mostraba poco limpio y que me imagino se deberá a un exceso de resina en los arcos. Dicho sonido, apropiado quizá para los pasajes más movidos y con los ataques en sforzando, emborronó momentos delicados y líricos como el Andante del divertimento de Mozart, un pasaje en el que además habría que haber desplegado unas dinámicas más suaves y una mayor delicadeza en la exposición del poético tema de notas largas. En cuanto a afinación, marró en más de una ocasión el primer violín (notas superiores sobre todo), llevando al desconcierto a los demás en pasajes como la exposición del Allegro del cuarteto de Haydn. A cambio, el violín II estuvo estupendo en los molinos del tercer tiempo de Boccherini. El mejor momento fue el dramático arranque del Finale de Haydn.

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