Una Dama de Hierro memorable

SERÍA una sorpresa descomunal que el Oscar de este año a la mejor interpretación femenina no recayese en Meryl Streep, que está monumental en el papel de Margaret Thatcher. Parecía que su carrera no era susceptible de ser mejorada, pero esta mujer que ya nos encandilase en su primera aparición en la pantalla, creo que en Julia, se supera en cada película para mostrarse memorable recreando a la Dama de Hierro. Tanto en el firme ejercicio desde Downing Street como en este ocaso de su vida sombreado por la demencia senil, Meryl Streep borda a la mujer que le devolvió a los británicos el orgullo. Enérgica en sus enfrentamientos con los laboristas en el Parlamento, inaccesible cuando le hizo frente al fascismo argentino en las Malvinas y entrañable cuando las huellas del paso del tiempo se hacen dolorosamente crueles, si hubo alguna edición en que el Oscar se adjudique por unanimidad, ese año ha llegado.