Sin chiste

ESTO es un directivo de Antena 3, que llega a su despacho, too preocupado el pobre, porque a la audiencia le importa tres pitos programas como Tal cual o Padres, y el muy finstro se pone a discurrir sin que ya le vea salida a nada. "Estoy hasta los shares", suelta con gracejo mientras suenan las risas enlatadas. En eso va y entra en el despacho un directivo, de la productora Globomedia, y le endosa: "quillo, como está la cosa tan cortita, vamo a hacé un programa de chistes, que son baratito y siempre funcionan", y, ocurrente, se pone a hacer gestos a lo Chiquito. Quietorrl. "Eso", espeta en ese instante un ayudante pelota del directivo de Antena 3, "y ponemos a famosos a contar chistes, que desde los tiempos del Saque bola eso siempre le ha gustado a la gente". "Ah, y no olvidarse de poner un plató con muchas lucecitas, como si fuera un concurso dicharachero, de sábado por la noche antiguo", agrega la secretaria encargada del café. La madre del directivo le llama en ese momento y le advierte: "hijo, pero que los de Globomedia dispongan de presupuesto, porque si no les sale un programa cutre que parece es de La Sexta". "Aprovecha ahora que están negociando la fusión para que te hagan buen precio. Ah, y que te lo presente Anabel Alonso", zanja el pelota, echándole un vistazo al Financial Times.

Efectivamente, este caso verídico no tiene ninguna gracia, pero tampoco tiene mucha gracia El club del chiste y, miren, fue lo más visto en la noche del lunes. Como habían estado repitiendo los chistes durante varias semanas en las promos de avance, todos nos sabíamos de memoria lo que contaban en ese estreno.

A ver, estamos ante un programa entretenido, con formato de luxe chinese, para estirar el tiempo muerto que lleva del informativo de Matías Prats al prime time. Y ya está. Le pasará como a Escenas de matrimonio: humor de usar y arrojar.