Hallan en el río una lancha con más de dos toneladas y media de hachís

narcotráfico | la guardia civil busca a los traficantes

La 'goma' se interceptó de madrugada en un punto del Guadalquivir entre Coria y La Puebla del Río

Llevaba 69 fardos y otros 15 aparecieron en tierra

Aún no hay detenidos

Una patrullera de Vigilancia Aduanera llega al puerto de Cádiz remolcando la embarcación.
Una patrullera de Vigilancia Aduanera llega al puerto de Cádiz remolcando la embarcación. / Joaquín Pino
Fernando Pérez Ávila

27 de mayo 2017 - 02:34

El Servicio de Vigilancia Aduanera y la Guardia Civil interceptaron ayer en el río Guadalquivir una lancha cargada con más de dos toneladas y media de hachís. El hallazgo se produjo a las tres y media de la madrugada entre los términos municipales de La Puebla del Río y Coria del Río. En el momento en que llegaron los agentes de ambos cuerpos, las personas que viajaban la droga y los que los esperaban en tierra se habían marchado. A la hora de cierre de esta edición no se había detenido a ninguna persona. Se investiga la procedencia de la droga y a qué grupo de traficantes podría pertenecer.

En la barca se encontraron 69 fardos de hachís, mientras que en la orilla del río, muy cerca de donde fue encontrada la lancha, aparecieron otros 15. En total, más de dos toneladas y media de hachís procedente de Marruecos y que venía con destino a Sevilla. Éste es el primer gran alijo que se registra en el río Guadalquivir desde la operación que acabó con cuatro guardias civiles del cuartel de Isla Mayor detenidos por su relación con el narcotráfico. En esta ocasión, los encargados de traer la mercancía habían superado ya los embarcaderos de Isla Mayor y pretendían dejar la carga en la zona de Coria, si bien decidieron abandonarla al verse acosados por la presión policial.

Es la primera gran operación en el río desde la caída de los narcos de Isla Mayor

Los narcotraficantes huyeron a toda prisa en mitad de la noche. La embarcación había sido detectada por el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) a las once y cuarto de la noche. La lancha iba cargada de fardos y con varias personas a bordo y navegaba a gran velocidad hacia la desembocadura del Guadalquivir, en Sanlúca de Barrameda. El SIVE dio el aviso a la Guardia Civil, que activó a través de la central a las distintas unidades de Cádiz y Sevilla, y a Vigilancia Aduanera, que movilizó a su helicóptero, el Argos.

La goma remontó el río a toda velocidad y no fue interceptada hasta cuatro horas y cuarto más tarde, a las tres y media de la mañana, en una zona del río entre Coria y La Puebla. La mayoría de la carga seguía allí, pero la tripulación se había marchado al percatarse de la presencia policial. Los agentes de la Guardia Civil encontraron 69 fardos en la embarcación y 15 esparcidos por la orilla. Una lancha de este tipo suele tener capacidad para unos 3.000 kilos, como mucho, por lo que se cree que ha sido interceptada la mayor parte de la carga y que los traficantes apenas pudieron llevarse nada consigo durante la huida.

Tanto la carga como la barca están a disposición del juzgado de Coria del Río. Eso sí, la lancha fue trasladada ayer a Cádiz por una patrullera del Servicio de Vigilancia Aduanera. La investigación está abierta en estos momentos y podría haber detenciones en las próximas horas. La Guardia Civil trata de averiguar cuál era el lugar en el que los narcotraficantes pretendían alijar y guardar la barca. Un sitio habitual para ello era Isla Mayor, donde la propia orografía del río, lleno de canales que llegan hasta un polígono industrial próximo al casco urbano de esta localidad, y la dificultad para vigilar la zona la convertían en un sitio idóneo para descargar los fardos y ocultar las barcas.

Más aún si los narcos tenían en nómina a medio cuartel de la Guardia Civil, como se descubrió a principios de año en una investigación de Asuntos Internos de este cuerpo, que acabó con la detención del sargento del puesto y tres guardias más. Pese a que esta circunstancia hizo que bajaran los alijos, y que en los últimos años también se explotó bastante el transporte de hachís en helicópteros, el río sigue siendo una de las principales vías de entrada de droga procedente del norte de África en Europa. Está controlado por narcos de Sanlúcar, que utilizan embarcaciones muy potentes para remontar el Guadalquivir.

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