La Policía ratifica que el homicida de Tablada duplicaba la velocidad

El causante del accidente circulaba a 98,2 kilómetros por hora en una vía donde no está permitido conducir a más de 50.

F. P. A.

12 de enero 2012 - 05:03

La Policía Local de Sevilla confirmó ayer ante un juez que el joven encarcelado como presunto causante de un accidente de tráfico en las inmediaciones de Tablada, en el que murió una pareja de novios, circulaba a 98,2 kilómetros por hora en una calle limitada a 50 y que las víctimas fallecieron de manera casi instantánea.

Fuentes del caso han informado de que los peritos policiales han ratificado su informe sobre la velocidad del acusado, que se une a las pruebas ya entregadas por el Instituto Nacional de Toxicología, según las cuales el imputado Javier Suárez Rodríguez, vecino de Coria del Río, arrojó 2,11 gramos de alcohol por litro de sangre, más del cuádruple de lo autorizado, que es de 0,50.

El joven de 25 años permanece encarcelado como presunto causante del choque de dos vehículos en el que falleció una pareja de novios de 22 y 25 años el pasado 30 de octubre en la avenida Juan Pablo II, en el entorno de Tablada.

Un sargento de la Policía, que fue el primero en llegar al lugar del siniestro, ha declarado como testigo en el juzgado de instrucción número 18 y ha manifestado que el acusado se encontraba tumbado en el suelo y las víctimas ya no tenían pulso. Un tercer perito ha manifestado que el acusado llevaba las luces de su coche encendidas, pero no puede afirmar si el vehículo contrario las llevaba encendidas o apagadas, tal como manifestó a este periódico el letrado Manuel Parilla, que ejerce la acusación particular en representación de las familias de las dos víctimas mortales.

El accidente ocurrió a las 05:40 por el choque frontal de dos turismos (un Volkswagen Golf que conducía el detenido y un Peugeot 206 en el que viajaban las víctimas). En el siniestro fallecieron Rosa María Real Calero, de 22 años, y su novio y conductor del vehículo Ángel Antonio Marrero Jiménez, de 25, que regresaban a su casa tras concluir su jornada de trabajo. El joven que falleció arrojó una alcoholemia de 0,74 gramos de alcohol por litro de sangre, frente a los 0,50 autorizados, según los datos del Instituto de Medicina Legal.

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