Sólo las tres paradas más usadas del tranvía se blindarán contra el fraude

La obra para adaptar Plaza Nueva, Prado y San Bernardo con tornos, vallas y software cuesta más de 525.500 euros Tussam quiere reducir un 75% los usuarios que no pagan

Uno de los mensajes de la campaña de concienciación prevista.
Uno de los mensajes de la campaña de concienciación prevista.
A. S. Ameneiro

22 de diciembre 2015 - 05:03

La empresa pública de transportes de Sevilla (Tussam) que gestiona el tranvía y los autobuses urbanos ha desglosado en un informe, fechado el 17 de diciembre, su plan de medidas para reducir el fraude de los viajeros que no pagan (un 14% del total) y recuperar los pasajeros que ha perdido esta línea en los últimos tiempos. Su intención es aplicarlas a partir de 2016 con vistas a ganar 160.000 usuarios en el primer semestre y otros 115.000 en el último semestre del año, lo que supone recuperar un 8% de la demanda de enero a junio y otro 6% de julio a diciembre.

La propuesta de Tussam es blindar únicamente las tres paradas con más pasajeros: Plaza Nueva, Prado y San Bernardo con una obra que contempla la instalación de cerramientos y tornos cuyo presupuesto se calcula en algo más de medio millón de euros, exactamente 525.564 euros. El coste incluye, además, el desarrollo de la tecnología (software) necesaria para que funcionen los tornos. En el Prado se adapta sólo el sentido hacia la Plaza Nueva, no así el andén en dirección hacia San Bernardo.

Así pues no se tocarán y quedarán sin cambios las paradas del Archivo de Indias y de la calle San Fernando. Cuando la empresa anunció por primera vez, a finales de noviembre, sus planes para reducir la cifra de pasajeros que burlan el pago del billete ya explicó que estas dos paradas estaban descartadas del plan antifraude al situarse en un entorno monumental de la ciudad donde no cabe aumentar el impacto visual.

El control de pasajeros por un sistema de tornos cuya apertura se activa con una tarjeta funciona ya en la ciudad en otros transportes como la línea 1 del Metro que gestiona en concesión el Gobierno andaluz y en buena parte de las estaciones de Cercanías de Sevilla que lleva Renfe y dependen del Gobierno central.Con estos tornos ya no es necesario que haya canceladoras dentro de los tranvías, como hasta ahora, puesto que los pasajeros cancelarán el billete en el mismo andén.

Tussam estima que con el cerramiento de las paradas logrará reducir el fraude actual en un 75% y baraja que gastará menos presupuesto que ahora en revisores. Según sus planes, recuperará en un periodo de dos a cinco años buena parte de la inversión que ahora va a realizar en las obras citadas de adaptación de las tres paradas. El informe cita un ahorro anual de 262.913 euros y un retorno de la inversión en dos años incluyendo el ahorro en revisores, el personal destinado a requerir el billete y evitar la picaresca. Y añade que el ahorro anual es de 104.513 euros, con un retorno de la inversión en cinco años sin incluir el ahorro en revisores.

Para reforzar la labor de los inspectores del tranvía, en las últimas semanas agentes de seguridad privada de la empresa Trablisa están actuando en la línea requiriendo a los viajeros su billete, como reveló este periódico el pasado 16 de diciembre mientras el gobierno municipal mantenía lo contrario. La seguridad privada es otro de los puntos que la empresa pactó con el comité de empresa como solución para reducir la picaresca.

Otras medidas que prevé Tussam para controlar y vigilar el fraude son aumentar las inspecciones un 80% en hora punta, implantar un procedimiento de inspección de billetes y de formulación de denuncias, y contar con la colaboración de la Policía Local.

Mejorar el servicio con un cuarto vehículo del tranvía en días laborables de 07:30 a 15:30, aumentando las plazas en 7.540 y mejorando la frecuencia paso de los nueve minutos actuales a siete minutos es otra de las estrategias. Poner en marcha campañas de publicidad y comunicación que incidan en la defraudación que supone no pagar también figura en el plan.

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