Las cubiertas de la Fundición Mayor, lo más deteriorado de Artillería

El estado del edificio es aceptable en general · La Junta reitera que sólo puede intervenir si se hacen obras en la fábrica.

Luis Sánchez-Moliní

15 de diciembre 2011 - 05:03

El estado de conservación de la Real Fábrica de Artillería de Sevilla, uno de los edificios industriales del siglo XVIII más importantes de España, no es especialmente preocupante, aunque requiere de intervenciones para garantizar su conservación en los próximos años.

El PSOE ha denunciado que en el acuerdo de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento por el que se decidió el uso "provisional" del edificio como almacén de bomberos se indica que las condiciones en las que se encuentran el inmueble no garantizan la "seguridad". Sin embargo, fuentes técnicas consultadas por este periódico precisan que la única parte que muestra un estado preocupante son las cubiertas de la llamada Fundición Mayor y sus escaleras de acceso. Precisamente, esta zona, con sus numerosos cupulines coronados por linternas, es una de las más curiosas y valiosas patrimonialmente hablando.

Prueba del aceptable estado en el que se encuentra la Fábrica de Artillería es que, hace poco más de un año, una buena parte del inmueble seguía acogiendo las instalaciones de la Delegación de Defensa en Sevilla (hoy en los pabellones que hay justo enfrente del conjunto) y que en junio de 2010 se organizaron visitas y actividades para el público en general avaladas por el Ministerio de Defensa.

Aunque algunas fuentes valoran en unos 80.000 euros el precio que costaría arreglar las cubiertas del monumento, otras señalan que la intervención será un poco más cara ya que se trata de morteros y materiales "cuya historicidad se debe mantener", lo que aumentaría el precio de la obra. Ambas fuentes, sin embargo, coinciden en que hace falta un estudio serio sobre el estado del edificio cuanto antes. En este sentido, la concejal socialista Mercedes de Pablos urgió ayer al Ayuntamiento a que inicie el arreglo de los techos.

Por otra parte, continúa la polémica suscitada tras el anuncio del Ayuntamiento de convertir el monumento en un almacén provisional de bomberos mientras se desarrollan las obras en el parque central de este cuerpo. El delegado provincial de Cultura de la Junta, Bernardo Bueno, reiteró ayer que, "aunque me parece una barbaridad convertir el monumento en un almacén, no podemos actuar mientras no se hagan obras, aunque sean pequeñas". Desmentía así a los que afirman que el cambio de uso de este conjunto es ilegal si no cuenta con la autorización de la Junta de Andalucía. Es más, Bernardo Bueno fue conciliador y dijo que "no tengo que dudar de la buena fe de la administración local".

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