La mujer de 39 años hallada muerta la mañana del jueves en el Parque Amate murió asfixiada antes de que su asesino intentara quemar el cuerpo, según informaron ayer a Efe fuentes de la investigación. A pesar de ello, las llamas sólo le afectaron desde la cintura a los pies. El cadáver no tenía ninguna herida externa que pudiera observarse en la primera inspección ocular. El cuerpo estaba envuelto en una sábana, a la que también habían prendido fuego. El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional continúa investigando la muerte de esta mujer. A la hora de cierre de esta edición no había ninguna persona detenida.

El cadáver fue encontrado por los jardineros del parque poco antes de las ocho y media de la mañana. Los trabajadores habían sido avisados por un hombre que hacía deporte, que les alertó de que había unos arbustos ardiendo cerca de una glorieta. Los jardineros se acercaron al lugar indicado para apagar las llamas y, cuando llegaron a la glorieta, vieron que la mujer estaba muerta y en posición fetal. Los trabajadores avisaron al servicio de emergencias 112.

El caso ha correspondido al Juzgado de instrucción 14 de Sevilla, que estaba de guardia, quien no ha facilitado más información tras la autopsia realizada al cadáver en el Instituto de Medicina Legal de la capital andaluza. Esta prueba forense, practicada ayer, ha determinado que la mujer fue asfixiada y ya estaba muerta cuando le prendieron fuego. La Policía identificó la misma mañana del jueves a la víctima, mientras que un equipo de Policía Científica inspeccionó el lugar en el que apareció el cuerpo en busca de algún vestigio que ayude a localizar al asesino.