El pitbull que atacó al menor en Torreblanca no está registrado

El niño recibe el alta médica tras ser intervenido en el Virgen del Rocío por las graves heridas.

Estado en el que ha quedado el rostro del menor tras la agresión.
Estado en el que ha quedado el rostro del menor tras la agresión.
M. Ruesga

22 de febrero 2017 - 06:54

La dueña del pitbull que atacó en la tarde del lunes a un niño de 10 años en el barrio de Torreblanca carece de papeles. La Policía Local indicó ayer que la propietaria del perro no cuenta con la documentación obligatoria ni el seguro, y que el animal se encuentra en observación en una de las jaulas del Centro Municipal Zoosanitario para comprobar su estado. "Según la propietaria, dejó al animal con su hijo, al que se le escapó", argumentó el portavoz de la Policía Local, Mario Domínguez, antes de hacer hincapié en que la normativa obliga a que las razas consideradas peligrosas deben llevar en todo momento cadena y bozal.

El menor recibió el alta médica tras ser intervenido en el Hospital Virgen del Rocío por las graves heridas en la cara tras los mordiscos del pitbull, que salió de su propiedad y se abalanzó sobre el niño que estaba jugando en la calle. Una de las unidades permanentes de la Policía Local en Torreblanca realizó la intervención tras ser avisados del suceso.

Los dueños del animal argumentan que se escapó cuando lo cuidaba su hijo

En Andalucía se consideran perros potencialmente peligrosos aquellos que pertenezcan a las siguientes razas: Pitt Bull Terrier; Staffordshire Bull Terrier; American Staffordshire Terrier; Rottweiler; Dogo Argentino; Fila Brasileiro; Tosa Inu; Akita Inu y Dóberman. La Consejería de Justicia e Interior considera que tendrán la calificación de animales potencialmente peligrosos los perros incluidos dentro de una tipología racial que, por su carácter agresivo, tamaño o potencia de mandíbula, tengan la capacidad de poner en peligro la vida o la integridad física de las personas, de otros animales o de provocar daños relevantes en los bienes; los perros que hayan sido adiestrados para el ataque; y aquellos perros que manifiesten un carácter marcadamente agresivo y hayan sido objeto de, al menos, una denuncia por esa circunstancia o que hayan protagonizado agresiones a personas o ataques a otros animales.

La normativa establece que en las vías públicas los perros potencialmente peligrosos llevarán bozal adecuado para su raza y serán conducidos y controlados con cadena o correa no extensible e irrompible, de un metro de longitud máxima y adecuada para dominar en todo momento al animal. La persona que conduzca al animal deberá ser mayor de dieciocho años y tendrá que llevar consigo la licencia administrativa que le habilita para la tenencia de razas potencialmente peligrosas.

El 80% de los 150 expedientes sancionadores a propietarios de mascotas que abrió el Gobierno andaluz hace dos años en la provincia de Sevilla fueron a propietarios de perros potencialmente peligrosos que incumplieron uno o varios aspectos de la normativa que regula los animales de compañía, normalmente, por carecer de la licencia, de seguro y de las medidas de seguridad que se les exige, como la correa o el bozal.

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