La turista presa en Rusia podría volver antes si llega a un pacto con la víctima

Con la legislación del país y al ser extranjera seguiría encarcelada hasta el 5 de noviembre. La hija de la acusada relata las condiciones en las que se encuentra

Jorge Muñoz

12 de septiembre 2017 - 20:57

María del Carmen R. S., la turista sevillana de 54 años encarcelada en San Petersburgo por el robo de un neceser en el aeropuerto de esta localidad rusa, no podrá regresar a España en principio hasta el 5 de noviembre, que es cuando termina el periodo de detención que la legislación del país establece para los extranjeros acusados de un delito.

La abogada Svetlana García, que representa a la sevillana, explicó ayer a este periódico que en principio María va a estar en el centro de detención hasta el 5 de noviembre, aunque “el período de detención puede alargarse si la investigación no se termina antes”.

Según Svetlana García, que recuerda que el castigo puede ser de hasta cinco años de prisión, la única opción para resolver rápido su situación es llegar a un “acuerdo de paz” con la víctima –lo que en la legislación española representa alcanzar un pacto con el perjudicado e indemnizarlo económicamente por los perjuicios–, pero la joven es “azerbayana y ella no toma decisiones; lo hace su padre”.

Si se repara el daño y la víctima no pone objeciones al cierre del caso, María del Carmen podría regresar antes del 5 de noviembre a Sevilla, sostiene la letrada, que recuerda que si la acusada fuera fuera rusa sólo pasaría 48 horas detenida y estaría en su casa mientras continúa la investigación. Al ser extranjera, se le aplica la medida de “restricción”, mandándola a un centro de detención “porque piensan que los extranjeros pueden escapar”.

La abogada comenta que la turista sevillana está “deprimida” y a ello se une que “no es fácil estar en la cárcel cuando no sabes ni una palabra rusa y nadie te entiende”. Además, la comida es “es horrible y la celda también”, aunque “lo bueno es que no le tratan mal”, comenta.

Una de las hijas la turista, Lola, que la acompañaba cuando ocurrieron los hechos el pasado día 6, insiste en las duras condiciones que tiene que soportar su madre en la prisión rusa donde ha sido encarcelada. “Mi madre esta mal, cuenta los días para salir de la cárcel”. Uno de los principales problemas a los que se enfrenta es el idioma, hasta el punto de que le van a comprar un “diccionario” de ruso para que pueda comunicarse en la prisión.

Además, la comida deja mucho que desear, por lo que tienen que comprarle “latas” desde un página web para que la comida “sea más decente”.

La familia de María del Carmen intenta igualmente que la Justicia rusa le permita, por lo menos, abandonar la prisión para que pueda permanecer en un apartamento de San Petersburgo mientras culmina la investigación, pero esta opción ya fue descartada el pasado viernes por la juez, una decisión que la letrada de la sevillana ya ha recurrido.

María del Carmen, que según asegura su hija Lola está “muy arrepentida” de lo ocurrido, recibirá mañana la visita del cónsul español en San Petersburgo. La mujer lamenta las molestias que le ha podido causar a la propietaria del neceser, que estaba valorado en unos 7.000 rublos, unos 100 euros al cambio.

El viaje de turismo que madre e hija habían emprendido por varias localidades rusas se convirtió en una auténtica pesadilla, después de queMaría del Carmen cogiera ese neceser que aparentemente estaba abandonado en la terminal del aeropuerto Púlkovo de San Petersburgo, pero que su propietaria denunció como robado.

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