"Berizzo no quiere la posesión; Berizzo quiere agredir al contrario"

óscar arias. director deportivo

Califica de "continuista" un proyecto en el que espera dar otra vuelta de tuerca al modelo Bielsa

El máximo responsable del área técnica explica las claves del Sevilla que asoma, ofensivo como con Sampaoli, pero más directo

"Berizzo no quiere la posesión; Berizzo quiere agredir al contrario"
Óscar Arias durante la entrevista./ JUAN CARLOS VÁZQUEZ
Jesús Alba

18 de junio 2017 - 02:32

Esto es una charla exclusivamente de fútbol. Quien busque la última hora sobre Jovetic, Jesús Navas, Nolito o Ben Arfa, que no siga leyendo. Una disección del proyecto con el que salta a la arena el nuevo director deportivo, sustituto de Monchi (sí, inevitablemente, tenía que aparecer su nombre) y con el que espera una vuelta de tuerca a lo iniciado por Sampaoli. Media hora larga de charla en la que también surgen diferencias de criterios, que se toman con absoluta normalidad y que -por qué no- ayudan a hacernos una idea del Sevilla que Eduardo Berizzo y Óscar Arias (5-1-66, Kassel, Alemania) tejen para la temporada 17-18.

-No sé si agradecerá que no le vaya a preguntar por nombres y sí de proyectos. ¿Cómo definiría el que va a ser el de su bautizo?

-Es un proyecto continuista. Cuando se marchó Unai se decidió cambiar el modelo. Se buscó una propuesta diferente, con un estilo distinto y se apostó por Sampaoli, por un fútbol más ofensivo, más de posesión, con más ritmo, de presión alta… algo muy, muy distinto a lo que veníamos haciendo en los últimos años. Se planificó la temporada en esa idea, se configuró la plantilla con jugadores de ese perfil, de más calidad, de más manejo, y la salida precipitada de Sampaoli nos ha hecho, digamos, buscar una alternativa similar, alguien que mantenga la misma idea, la misma filosofía, también de la escuela de Bielsa. Son técnicos similares aunque con unos matices claramente diferenciadores que todos tenemos, pero bueno, buscamos que le diese continuidad a una idea y a una propuesta de juego que creemos que es la adecuada y que es para la que tenemos en una amplia mayoría configurada la plantilla.

-¿Qué falló para que el proyecto Sampaoli no fuera completo más allá de las circunstancias que se dieron y que su implicación no fuera plena todo el tiempo?

-Antes de hablar de qué ha podido fallar, yo creo que se hizo una temporada fantástica y hay que estar muy satisfechos. A veces las sensaciones que tenemos no van en paralelo con la realidad y el tramo final del campeonato dejó cierto mal sabor de boca en el sevillismo y un poco la sensación de que las cosas se hicieron mal. Evidentemente, hubo cosas que se hicieron mal y siempre hay cosas que se pueden mejorar, pero creo que en el cómputo general la temporada fue fantástica. Estuvimos durante dos tercios del campeonato peleando mano a mano con los de arriba, terminamos cuartos con un margen importante sobre el quinto, pasamos la fase de grupos de la Champions... Es verdad que no fuimos capaces de superar una eliminatoria pareja en la que por momentos en los dos partidos fuimos superiores, pero son circunstancias del juego. Ese aspecto fue quizá el que marcó la sensación de… Yo creo que fue más de desilusión que de fracaso. Todos nos habíamos creado muchas expectativas al ver el sorteo y ver que nos tocaba el campeón de la Premier, que a veces parece que se nos olvida el potencial de los equipos con los que jugamos. Es verdad que no estaba en un buen momento, pero era el campeón de la Premier.

-La Premier, donde por ejemplo el jueves el Everton se gastó 57 millones en un solo día en dos jugadores, uno de ellos un portero. Y es el Everton, no es el City.

-Eso son situaciones que todos valoramos. Pero nosotros al dar un nivel muy alto y que nos medimos y competimos con cualquiera, parece que eso es normal. Y no es normal. Eso es muy difícil conseguirlo y requiere de mucho esfuerzo y mucho sacrificio año tras año para mantener unos niveles competitivos con clubes que te superan claramente en presupuesto.

Óscar Arias
Óscar Arias / Juan Carlos Vázquez

-Se refiere al proyecto de Berizzo como continuista de Sampaoli. Pero es un perfil más europeizado. ¿Minimiza riesgos?

-Es verdad que ese paso de Sampaoli a Europa, con lo que conlleva de incertidumbre de adaptación y de rendimiento, Berizzo lo tiene ya superado, con lo cual de alguna manera te da un poco más de seguridad y también el hecho de que el paso a Europa lo hizo aquí en España, es decir, que no viene de otra liga. Conoce nuestra competición, conoce nuestro equipo, los rivales… Son muchas circunstancias que nos hacen pensar que desde el primer momento puede dar con la tecla del equipo y sacar rendimiento casi de inmediato.

-¿Quizá ese matiz de solidez defensiva que a veces con Sampaoli se echó en falta puede consolidar el bloque y aprovechar lo que ya se avanzó con Jorge?

-A veces la percepción que tenemos de las cosas requiere que seamos suficientemente sensatos como para casarlas con la realidad de lo que es el equipo. Me refiero a que si queremos ser un equipo ofensivo que genere mucho en ataque, que tenga la posesión y que juegue en campo contrario, tenemos que asumir que el rival te puede hacer daño porque tú vas a acumular mucha gente por delante del balón y cualquier pérdida o una situación complicada te puede generar daño. Esto va de la mano de la propuesta que tenemos. Si tú quieres ser ofensivo, corres más riesgos defensivos y al revés. De lo que se trata es de intentar buscar el equilibrio, que tu capacidad ofensiva no te suponga más contratiempos defensivos de los necesarios. Y ahí es donde a veces no hemos sido capaces de conjugarlo.

-Puede paliar un poco todo eso, y es algo que al menos a mí me genera alguna duda, la figura marcadamente bielsista de las marcas individuales que Berizzo propugna a los hombres del centro del campo. ¿Cómo se puede adaptar eso a un equipo como el Sevilla y cómo lo verá una afición como ésta? ¿Lo han hablado?

-Bueno, él… claro que lo hemos hablado. De hecho, él no es partidario de las marcas individuales tal cual. Tal como tú me lo comentas da la sensación de que él fija uno con uno y ordena un seguimiento individual…

-Bueno, he visto cosas raras que no se suelen ver en el fútbol hoy, futbolistas cruzándose…

-Te explico. Él es un técnico al que le gusta atacar y para atacar una de las premisas es recuperar el balón pronto y para recuperar el balón pronto, si te repliegas, concedes la posesión. Entonces tienes que ir a por el contrario en su campo. Cuando vas a por el contrario en su campo y quieres hacer presión tienes que fijar pares. En el inicio de esa presión evidentemente cada uno tiene que seguir al suyo, pues si no no existe la presión. Y la presión no es correr todos detrás del balón, sino que uno presiona al poseedor y los demás persiguen a los posibles receptores. Ésa es una de las premisas de su juego. ¿Qué ocurre? Que en Vigo, según me comenta él, sus propios jugadores le pedían cada uno responsabilizarse del suyo y no cambiar ni permutar porque conllevaba riesgos con los que a lo mejor ellos no se sentían seguros y decidieron hacerlo así. Pero él me confiesa que no le gusta ver a jugadores atravesar el campo… Hay situaciones en que lo tienen que hacer, pero eso no quiere decir que nosotros vayamos a marcar al hombre. Parece como que les dice "tú con éste y lo persigues por todo el campo" y eso no es. Tú estás ahí y a la hora de presionar lo fijas porque en el momento que haya uno que no lo haga, un solo jugador te rompe la presión entera.

-¿Se ha convertido la afición del Sevilla en un juez constante y exigente del modelo de juego hasta el punto de que puede marcar la línea futbolística del club?

-Bueno, aquí la gente es muy exigente porque nosotros mismos hemos hecho ver que somos muy exigentes. Más exigencia de la que nos autoimponemos no nos marca nadie, más allá de que el aficionado o la prensa puedan tener su perspectiva de las cosas y las puedan decir. Pero eso forma parte de esto.

Martín Cáceres, Cazorla, Colunga, Vitolo... y un bagaje en otras plazas

Si muchos creen que Óscar Arias se estrena en esto de liderar un proyecto desde una dirección deportiva, basta repasar nombres de aciertos como Martín Cáceres, Adrián Colunga, Cazorla en un Recreativo en Primera o la base de un Las Palmas, con Vitolo, que luego explotaría con Quique Setién. "Evidentemente, son entidades que no tienen la magnitud que tiene el Sevilla, pero el trabajo es prácticamente el mismo: toma de decisiones, gestiones... Llevo cuatro años aquí y conozco cómo funcionan las cosas porque además he aprendido mucho de Monchi y difícilmente a lo largo de mi carrera tenga una situación tan favorable como la que he tenido estos años junto al mejor", puntualiza.

-Jugar al ataque... pero cómo. Hemos hablado de presionar a la pérdida y me imagino que intentará aprovechar un poco lo andado y el perfil de la plantilla. ¿Han hablado de esos niveles altísimos de posesión con Sampaoli traducirlos en más presencia en el área, en llegada real?

-El objetivo de Eduardo no es tener el récord de posesión. Le gusta mucho más incordiar, agredir al contrario, ir a por él, buscar las espaldas, ser más vertical… Hay momentos en los que el partido te demanda tener la posesión y otros en los que al espacio lo recuperas y tienes que correr. Eso lo tiene claro. Nosotros el año pasado seguramente la posesión y acaparar el balón prevalecía sobre otras facetas del juego. A veces nos hacía previsibles, pero a veces también nos daba muchísimo. Todo tiene sus pros y sus contras pero él no prioriza el juego de posesión como meta. El objetivo no es tener el balón, es hacer daño al contrario.

-Cambiamos de tema. Sorprende el acceso que el Sevilla está teniendo a futbolistas con un caché prohibido para clubes en España que no sean Madrid o Barcelona. Desde Llorente, uno o dos por ejercicio. Pero lo que más sorprende es que casi todos los nombres que se vinculan con el proyecto están en ese círculo. ¿Peligroso no frenar eso?

-Son jugadores que han venido cedidos. Nasri, Llorente… Nosotros no podemos asumir contratos así de larga duración. Tienen que darse condiciones especiales. Un jugador que esté en su plenitud en un club importante está fuera de nuestro alcance. No podemos pagar un traspaso y salarios a esos niveles, porque rompen nuestro límite y sería meter en el vestuario unas circunstancias que no se puede mantener. Eso no se puede volver una norma. Nuestros jugadores no pueden pretender moverse en esos niveles. Sí que es verdad que nuestra exigencia dice que tenemos que tener los mejores y hay veces que buscamos fórmulas para que nos den rendimiento, aunque luego se tengan que marchar. En nuestra mente está siempre intentar hacer la mejor plantilla posible.

-Pero ni el presidente ni usted frenan en seco esos comentarios.

-No los frenamos porque buscamos soluciones para que puedan darse. La mayoría de las veces no lo conseguimos. Son opciones muy complejas, pero las intentamos, pues aspiramos a lo máximo.

Óscar Arias ante la foto oficial de la plantilla del centenario
Óscar Arias ante la foto oficial de la plantilla del centenario / Juan Carlos Vázquez

-¿Entiendo además que lo que puede hacer más factible una de esas operaciones es pasar el play off de la Champions?

-No tanto, porque no podemos esperar a ese momento para una decisión de tanto calado. Pero está claro que en esos últimos días te puede dar un plus más, pero trabajamos sin contar con eso.

-Le he escuchado decir que no van a venir muchos jugadores, pero a la hora de hacer recuento… dos centrales, laterales…

-¿Centrales? Y qué hacemos con los que tenemos (risas). Yo entiendo que cada uno haga sus cábalas, pero lo que se diga fuera no tiene por qué ser lo que trabajemos dentro. En defensa sólo nos falta uno, un lateral izquierdo para cubrir la baja de Tremoulinas. Es lo único que tenemos que cubrir a día de hoy. Todo lo demás…

-¿Y lateral derecho? Sólo tiene a Mariano.

-Y a Mercado.

-Para mí es central, pero bueno.

-Tenemos cuatro centrales y tenemos un lateral izquierdo y nos faltaría uno. Ahora me dice que faltan dos centrales... Será sólo en el caso de que salga alguno, pero eso son situaciones que yo no puedo prever. Yo no puedo decir que van a venir por Rami y que Carriço se va a querer ir. Eso no lo sé. Hoy son jugadores con contrato y nosotros contamos con ellos. Cuando llegue el momento valoraremos qué es lo que hay. Al final que en vez de ser diez son doce… puede ser. Igual que pueden ser ocho.

-Con respecto a la fuerza con que el club se puede mostrar ante activos propios en el mercado y habida cuenta de las ventas de los últimos años, su postura refuerza la del presidente, supongo.

-Si ya ha hablado el presidente, yo ya no tengo mucho más que decir. Él lo ha dejado claro. Hay jugadores que están en la planificación y hoy están. Para que no estén tienen que venir, pagar la cláusula y llevárselos. No hay más.

-La afición se pregunta si jugadores del filial que están en la mente de todos van a tener presencia en el primer equipo.

-Lo tendrá que decidir el entrenador, que acaba de llegar como quien dice y tiene que ponerse al día. A unos los conoce; a otros no. Está claro que la gran temporada del filial ha puesto a sus jugadores en primera línea y algunos tienen cosas de Primera. Habrá que decidir pronto qué hacemos con ellos.

La figura que gana terreno a la gestión presidencialista

Nunca antes habían estado tanto en los medios. Hoy, el fichaje de un director deportivo se toma tan importante como el de un entrenador. Y eso, en opinión de Arias, es bueno para el fútbol. Atrás queda aquello de la gestión presidencialista. "De manera favorable para el fútbol, las estructuras se van profesionalinzando. Las decisiones deportivas se toman con criterios deportivos", explica el comandante de la parcela técnica en el Sevilla. "De fútbol todos creemos que sabemos por el mero hecho de verlo, pero el conocimiento no te da sabiduría. El ver un jugador y decir que es muy bueno y después de dos años ver que está en el Madrid y decir ya lo decía yo… esas cosas pueden pasar porque esto es fútbol, pero la toma de decisiones en su conjunto debe de obedecer a criterios deportivos que son cuestiones mucho más amplias y a veces no es fácil que los clubes te permitan desarrollar ese trabajo. Aquí sí se da", apostilla refiriéndose al Sevilla.

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