Sevilla FC

Sampaoli obliga a soñar

  • El Sevilla acepta el reto de echarles el pulso a los dos grandes para mantener su estatus de rebelde oficial de la Liga.

  • Los mejores números hasta ahora refrendan el juego y la fe.

Jorge Sampaoli se desgañita al borde de la zona técnica.

Jorge Sampaoli se desgañita al borde de la zona técnica. / Antonio Pizarro

Mientras aún resuenan los ecos del formidable triunfo del Sevilla sobre el Real Madrid, formidable e histórico, en Nervión se frotan los ojos y se pellizcan las mejillas. La inercia del escepticismo, con el reciente varapalo liguero que sufrieron club y afición en la temporada 06-07, compensado muy dulcemente con los títulos de la UEFA y la Copa del Rey, impedía a los aficionados vernáculos salir de la confortable sombra detrás de la mata para mirar de frente al sol. Sin embargo, Jorge Sampaoli, como Platón en el mito de la caverna, los está obligando a soñar despiertos. El iluminado los ha iluminado. Y de qué forma.

En Nervión ya empiezan a dejarse seducir por la romántica idea de luchar por la Liga, así, como suena. Lo hacen con la voz queda, como un sutil bisbiseo que se escapa casi sin querer, obligados por la realidad que dicta la clasificación. El Sevilla es segundo, está a un punto del líder, el Real Madrid, y otro punto por delante del Barcelona en la jornada decimoctava. No es flor de un día, claro que no. Es más, hasta la fecha es el mejor Sevilla de la historia. Jamás había logrado más victorias ni más puntos ningún equipo sevillista en su larga trayectoria liguera. Con el triunfo maravilloso sobre el Madrid, maravilloso por cómo se produjo y maravilloso por todo lo que supone, la escuadra de Sampaoli suma ya 39 puntos, superando a los 37 que logró Juande Ramos a estas alturas en la campaña 06-07, e igualando el registro al que llegó el de Unai Emery en la campaña 14-15 pero con un partido más, el correspondiente a la jornada 19, registro que marca la mejor primera vuelta del Sevilla en su historia. Y éste es precisamente el reto que tiene ahora Sampaoli y su escuadra, batir la marca de la mejor primera vuelta y darle el merecido lustre estadístico al dechado de valentía y al despliegue de juego que están realizando hasta ahora.

Con 38 tantos, es el equipo más goleador desde la temporada 56-57: fue subcampeón

Ahora queda lo más difícil, mantener ese estatus adquirido, ya sin posibilidad de disimularlo, de rebelde oficial de la Liga española. El mensaje de Sampaoli ha calado y esa representación de la rebeldía implica una mayor presión, mucho mayor, la que recibirá su equipo por parte de los defensores de la hegemonía de los dos grandes de siempre. Para que sigan creyendo en la idea, y la sigan manteniendo a hierro, como expuso el técnico de Casilda en la previa del partido con el Madrid, el club se está volcando con el entrenador. José Castro y Monchi han captado la idea y ya le han traído los dos fichajes demandados, el central y el delantero, y trabajan para redondear la plantilla con algún futbolista que la complete con más calidad.

Monchi es cauto sobre las opciones de luchar por la Liga, pero también se ha obligado a soñar. En la madrugada de este lunes, en la Cope, mientras paladeaba aún los elogios por el fichaje de Jovetic y el gran triunfo sobre el líder de la Liga, dijo que la posibilidad de luchar por el título dependerá del puntaje final: "Si la Liga va a 90 puntos, difícilmente, si no va a tantos puntos, hay más posibilidades", dijo. "Vamos a seguir ahí con los pies en el suelo, pero soñando y dejando que nuestra gente también sueñe", dijo, para matizar que sin obsesionarse con tal objetivo, "sin ansiedad". De ahí que hablara de mejorar aún más la plantilla. "Tenemos que seguir creciendo, aprovechar lo que queda de mercado por si hubiera alguna oportunidad de apuntalar la plantilla y no renunciar a nada". ¿Algún puesto en concreto? "Con Lenglet y Jovetic ya hemos cubierto las necesidades que teníamos, y ahora estamos mirando para ver si encontramos ese jugador que nos dé otro saltito más de calidad, en cualquier posición", matizó.

La cúpula del club es permeable al mensaje entusiasta del técnico: dos fichajes y ¿otro?

De momento, el acierto con Lenglet y Jovetic parece de pleno. El montenegrino ha caído de pie en Nervión. Ni Suker, con su hat-trick al Espanyol en su primer partido en casa, en 1991, puede presumir de haber tenido un aterrizaje de tal trascendencia, tan indómito y mediático. El punta, además, se sumó a uno de los éxitos del Sevilla de Sampaoli, la aportación de los suplentes, ya que es el equipo de la Liga que más tantos ha marcado gracias a sus reservas, 10: Sarabia (3), Iborra (3), Carlos Fernández, Ben Yedder, Vitolo y Jovetic. De esos 10 goles, además, nueve supusieron puntos y ocho fueron decisivos.

El Sevilla de Sampaoli, además de ser el mejor de la historia en la jornada 18ª, es el que más goles anota en la contemporaneidad. Acumula 38 (22 en contra). El de Juande en la 06-07 sumaba 37 (19) y el de Emery hace dos años, 29 (19). Hay que remontarse a los años 50 para ver una marca superior en 18 partidos, concretamente en la 56-57 llevaba 39 el Sevilla de Helenio Herrera que terminó subcampeón de Liga.

Tras un inicio dubitativo, lógico tras un cambio tan radical, de plantilla y juego, ya nadie ve a Sampaoli como un loco iluminado. Su luz es la de una fe verdadera: ahí está su rebelde Sevilla.

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